La convergencia tecnológica ha permitido una hibridación de soportes comunicaciones y de lenguajes artísticos. Esto, sumado a los cambios en los hábitos de consumo culturales, contribuye al nacimiento de nuevas plataformas de contenidos, entre las cuales Netflix logró posicionarse en el mercado en el nicho series. En esta línea es que se inserta Teatrix, la plataforma nacional de streaming de obras de teatro que, desde 2015, viene experimentando un crecimiento exponencial.
Ahora bien, podemos preguntarnos cuáles son las potencialidades y las limitaciones de un soporte que invita a ver teatro desde la comodidad del sillón. Para eso, hablamos con su creadora, Mirta Romay, y con algunos miembros de la comunidad teatral.
Teatrix puede ser analizada desde diversos puntos de vista. Uno de ellos parte de indagar en su propia definición: ¿es teatro? ¿es cine? En este aspecto, no podría ser definido como teatro porque precisamente carece de uno de los elementos más importantes que configuran el dispositivo teatral: el encuentro aquí y ahora entre el público y los actores. Pero no pretende serlo. Teatrix no es teatro, como tampoco es teatro filmado. Es algo distinto. En palabras de su fundadora, la plataforma configura un nuevo lenguaje: “no es una televisación ni tampoco es un relato cinematográfico. Esta hibridación es un nuevo lenguaje que, de alguna manera, permite poner en valor detalles y expresiones” de las obras. Al respecto, Jorge Dubatti, doctor en historia y artes, reconocido investigador teatral y director de la Escuela de Espectadores de Buenos Aires, quien colaboró en los inicios con Teatrix, tiene otra mirada. Para él, la potencialidad de Teatrix no está en la configuración de un nuevo lenguaje sino en la función que cumple. “Antes no teníamos la posibilidad de acceder a esas plataformas y se va descubriendo sobre esa posibilidad no solo nuevas funciones sino nuevas competencias de los espectadores, de los investigadores, de las escuelas. No es un nuevo lenguaje pero viene a cumplir en el campo artístico y educativo una nueva función. Cumple una gran función al servicio del teatro.”
Otra diferencia respecto al teatro vivo es que en éste el proceso de edición de la obra queda a cargo del espectador. Es su ojo el que decide dónde localizarse, en qué sectores del escenario prestar atención o a qué actor observar. En el caso de Teatrix, la edición ya está hecha. Sin embargo, es una instancia que, junto con el montaje, es muy cuidada. Diego Corán Oria es director de “El botella”, obra que forma parte del catálogo de Teatrix y que, además, tuvo proyecciones en salas de cine. Para él, “el material no se vio afectado, se encontró una mirada más íntima porque la cámara acerca. En el teatro, uno tiene la posibilidad de elegir qué mirar, más allá de la puesta del director que te induce hacia dónde. Fue una gran celebración del teatro en la pantalla grande.”
Precisamente, la filmación de las obras y su posterior edición es un proceso atento a cada detalle y en el que participan activamente tanto el director y dramaturgo como los actores. En ese sentido, se produce un redescubrimiento del material a partir del cual los elencos se encuentran con elementos o aspectos de la propia obra que hasta ese momento no habían percibido. Cecilia Meijide es directora y dramaturga, una de sus obras “Cactus orquídea” está disponible en Teatrix. Al respecto dice: “ves un contraplano que nunca lo habías visto en primer plano. Es entre una obra y una película. El montaje te invita a vivir otra experiencia. Podés apreciar cosas que en la totalidad de la obra no las ves. Apreciar detalles, sobretodos de los actores, que nunca los había visto tan de cerca”. En la misma línea se ubica Diego Corán Oria: “al estar filmada, había momentos, palabras, gestos que resignificaban lo que uno había creado para que se vea en teatro”.
En relación a esto, la plataforma constituye también una herramienta para el trabajo actoral ya que permite que los actores y actrices puedan tener, por un lado, una visión global de toda la pieza y, por otro, verse a sí mismos. Según Meijide, “verse filmado siempre aporta para los actores. Sirve para ver cosas que uno desde adentro no registra. En ese sentido puede hacer algún aporte interesante”. Otra potencialidad radica en lo que respecta a la capacitación y entrenamiento de actores. Laura Nevole es actriz, dramaturga, directora y profesora de actuación con años de trayectoria. A ella le resulta una plataforma interesante que, en su rol docente, “suma, no resta” porque permite “ver puestas para pensar dramaturgias, ver tonos de actuación, para ver qué está pasando en otros lugares”. En la misma línea se posiciona Jorge Dubatti: “hablando de educación, no sólo multiplica la relación con el espectador sino también es una gran herramienta de conocimiento y de estudio. Si yo tuviera un grupo de teatro en una provincia lejana usaría Teatrix para analizar los materiales que están ahí.”
Ahora bien, el catálogo de obras de Teatrix es amplio pero, por supuesto, no puede abarcar la totalidad de las obras. Como en toda selección hay una mirada que la sustenta. Precisamente esta es una de las cuestiones que plantea Nevole al preguntarse por el proceso de curación de las obras. “Suma, desde una la perspectiva docente y el único riesgo tiene que ver con la limitación, qué se recorta dentro del enorme campo teatral”. Al respecto, Romay cuenta que las obras se eligen en función de una serie de aspectos: el éxito que tienen en cartelera, un criterio estético y las potencialidades de la puesta en relación a la cámara: “Todas las obras que nosotros lanzamos ese mes tienen su momento de éxito. Sí, por supuesto, hay un criterio estético. Y después están las perlitas que encontramos que tal vez son perlitas del off que nos gustan mucho, que están muy bien actuadas, que su libro es muy bueno y obviamente que se adapta a la cámara. Ahí hay otro tema. Vemos obras excelentes que no tienen las condiciones para ser filmadas.”
Por último, Teatrix, como dice creadora, funciona como un gran archivo de obras al darle perpetuidad más allá del paso del tiempo. Para Dubatti, “no solo le permite a gente que no puede viajar a Buenos Aires ver lo que está pasando en el teatro de acá, sino que además queda una memoria de los espectáculos. Quedaría la dimensión de archivo y la posibilidad de acercar los materiales del teatro de Buenos Aires y difundirlos”. Al respecto, Corán Oria coincide: “Lo potencial de Teatrix es que viene a dar perpetuidad a algo que sabemos tiene que ver con un instante único que es irremplazable, que es el vivo entre los actores y el público. Teatrix, desde tu tecnología y desde su estructura, le da un punto más allá de lo que puede ser testimonial. Genera una perpetuidad en el material y a la vez te entretiene”. Y subraya Dubatti, “es un gran aliado para la actividad teatral. Si bien Teatrix no es teatro, es un hermano aliado del teatro.”
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