Desde hace más de tres décadas que se implementan políticas de incorporación de tecnologías en educación en América Latina. Aún con esta extensa trayectoria, el último Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO señala que sigue sin haber pruebas sólidas sobre el valor añadido de la tecnología digital en la educación. En un mundo cada vez más digitalizado, el uso de tecnología termina siendo un imperativo que permite a las escuelas y a las familias generar canales de información para mejorar la gestión escolar y la comunicación, con el objetivo de mejorar la calidad educativa.
“Aún cuando no sea posible medir con efectividad cómo impacta en la mejora de los aprendizajes, sí termina siendo una herramienta clave para potenciar buenas prácticas en materia de gestión escolar y comunicación con las familias”, afirma José Luis Pastor, Director de Negocio de Educaria para Chile y Perú.
Cómo conciliar los tiempos de la educación y la tecnología en un mundo cambiante
El reporte de la UNESCO evidencia que la tecnología evoluciona a un ritmo mayor del que es posible evaluar: los productos de tecnología educativa cambian cada 36 meses. Sumado a esto, uno de los aspectos menos atendidos es la inversión a largo plazo que deben realizar las instituciones (o los Estados si hablamos de políticas públicas) a la hora de incorporar tecnologías como parte de su proyecto de mejora institucional.
“Hoy existen más de 1500 empresas EdTech en América Latina, con un promedio de edad de 8 años. Este mercado creciente y diversificado genera no sólo un escenario dinámico, sino que además exige a las escuelas y a los Estados estar en una evaluación continua de posibles mejoras”, agregó Pastor.
Por su parte, Norberto Yoan, Director General de Eucaria Argentina, afirmó: “En la actualidad, las tecnologías digitales se han convertido en una herramienta indispensable para la gestión escolar. Las plataformas que toman como eje la gestión se enfocan en optimizar los procesos administrativos, mejorar la comunicación entre los docentes y los estudiantes y potenciar el seguimiento de trayectorias escolares. De ese modo, se convierten en herramientas esenciales para generar condiciones para que los referentes escolares se concentren en los aspectos pedagógicos, pero también para articular con los sistemas de información estatal que cada vez toman mayor presencia en toda la región”.
5 claves para elegir una plataforma de gestión
Por ello, la elección de una plataforma digital adecuada debe estar en consonancia con el proyecto institucional y, por ende, es una decisión que debe tomarse con mucho criterio. Es importante considerar los objetivos de la escuela, las características de la plataforma, el precio, el soporte y las referencias del proveedor.
Desde Educaria, el mayor operador de sistemas de gestión escolar en América Latina, destacan cinco aspectos clave para que una escuela pueda evaluar opciones antes de adoptar una plataforma paga para mejorar su gestión escolar:
- Compromiso de la comunidad educativa: El éxito de la implementación de una plataforma digital depende del compromiso de toda la comunidad educativa. Es importante que los docentes, los estudiantes y los padres estén involucrados en el proceso y conozcan los beneficios de la plataforma.
- Formación y acompañamiento: Es importante que los usuarios de la plataforma reciban formación y acompañamiento para que puedan aprovechar al máximo sus funciones. El proveedor de la plataforma debe ofrecer recursos de capacitación adecuados a las necesidades de los usuarios.
- Adaptación a las necesidades de la escuela: La plataforma debe adaptarse a las necesidades específicas de la escuela. Es importante que la plataforma sea flexible y se adapte a las necesidades de la institución.
- Accesibilidad: uno de los aspectos clave es que la solución que se elija sea fácil de utilizar y de comprender por parte de todos los usuarios que tengan acceso. Sumado a esto, es importante que el acceso a ésta sea sencillo y se pueda realizar mediante diferentes soportes digitales.
- Seguridad: La plataforma debe ser segura y proteger los datos de los usuarios.
Estas dimensiones son clave a la hora de que los referentes escolares comprendan cuáles son los modos en los que las diferentes soluciones disponibles en el mercado pueden colaborar con el cumplimiento de su proyecto institucional. “Asistimos a un contexto económico desafiante para el sostenimiento de la inversión por parte de las instituciones educativas y de las familias. Hoy tenemos el gran desafío de acompañar no sólo la adquisición de una solución tecnológica, sino todo un cambio cultural que permite a toda la comunidad educativa apostar a la mejora de la calidad educativa aprovechando el uso de herramientas digitales que nos permitan dedicar más tiempo a los procesos de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes”, concluyó Yoan.
