La Organización de los Estados Iberoamericanos para la Educación y la Cultura (OEI) de Buenos Aires organizó la conferencia “Tinta electrónica y libros sin papel. Las nuevas editoriales”. El orador fue Germán Echeverría, editor de Autores de Argentina, quien se encargó de dar cuenta de los cambios en el escenario actual de la industria editorial y también los nuevos horizontes.
Según el joven presentador es inminente que las editoriales contemplen la posibilidad de cambiar su modelo de negocios, teniendo en cuenta el avance de dispositivos como e-readers, tablets, netbooks, que también son soportes para la lectura.
No obstante, señaló que al intentar definir a qué nos referimos cuando hablamos de e-book nos enfrentamos con cuestiones conceptuales. Si bien la Real Academia Española define libro como “Obra científica, literaria o de cualquier otra índole con extensión suficiente para formar volumen, que puede aparecer impresa o en otro soporte”, suele olvidarse esta última aclaración, dejando a los ejemplares impresos como únicos representantes de la definición.
Teniendo en cuenta la cuestión del soporte, Echeverría generó polémica: Ultimo momento: los libros están muertos. La placa roja tan característica del sensacionalismo periodístico dejó en jaque a quienes consideran libro sólo a los ejemplares impresos, olvidando los otros soportes contemplados, por lo menos, en la definición de la RAE.
- Germán Echeverría
Además, según el orador, los soportes no son neutros. Pero también se hace necesario entender que la mayor parte de los cambios que la industria editorial ha venido experimentando tienen menos relación con cambios en su propio modelo de negocios que en la entrada de nuevos jugadores, principalmente los colosos del mundo IT, como Amazon, Google y Apple.
“Hoy existen lógicas distintas a la hora de producir contenidos. Lo multimedial, más empresas de tecnología realizan un gran aporte en cuanto a contenidos, diseño, inversión, mientras que las editoriales tradicionales están menos preparadas para este cambio”. El circuito habitual del mercado editorial (Autor – Editorial – Venta – Difusión – Lectores) es un circuito que, aun con algunos cambios, tiene más de 500 de continuidad. Es por eso que la revolución de las nuevas tecnologías podría estar generando un movimiento tan importante como el que produjo la invención de Gutenberg en el siglo XV.
La tecnología en el aula
La discusión en torno a la inclusión digital educativa, ya sea con tablets, netbooks, laboratorios de informática, o cualquier otro dispositivo, dejó abierta la puerta de qué es lo que se considera tecnología y qué no. El libro supo ganarse su lugar dentro del un modelo pedagógico y su naturalizaciónhace que muchas veces pasen desapercibidos como “tecnología”.
En consecuencia, cuando se habla de llevar libros digitales, e-books o cualquier otro dispositivo al aula, suele perderse de vista que cada tecnología que ingresa a una estructura particular tiene su período de integración, así como al mismo tiempo comienza a generar cambios en la misma. ¿Qué pasa cuando estas “nuevas tecnologías” entran en el aula?
Durante la conferencia se habló de los costos de los equipos, del rol de las editoriales educativas como generadoras de contenidos digitales, pero también como representantes de un modelo pedagógico y de negocio que está siendo revisado en relación al contexto social y tecnológico actual.
Y aquí viene a presentarse el dilema: ¿cómo deben afrontar estos cambios las editoriales educativas? ¿bajo qué modelos de distribución de contenidos? ¿Quién lidera hoy la generación de contenidos digitales educativos?
Más allá de las iniciativas concretas que están realizando las empresas editoriales en la actualidad es aún arriesgado dibujar un panorama posible, marcar una dirección hacia la cual se dirigirá el mercado de libros de texto escolares en el mediano plazo.
