El derecho a la educación es un derecho colectivo

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Por Verónica Cipriota, Directora Ejecutiva de Enseñá Por Argentina

El derecho a la educación es un derecho inalienable de cada persona por tener al alcance las condiciones, apoyos y posibilidades de desarrollarnos plenamente a nivel cognitivo, físico y emocional. En definitiva, es el derecho de obtener las herramientas para pensar y alcanzar nuestro proyecto de vida, derecho de tener oportunidades y la posibilidad de aprovecharlas.

Pero es más que eso: el derecho a la educación es también un derecho colectivo. Es el derecho que tiene una sociedad de poder pensarse, cuidarse y construir un presente y un futuro mejores. El derecho a no tomar como dada la realidad, a problematizar lo que sucede y a tomar las riendas de nuestro destino para poder hacer algo distinto.

Ante la inequidad e injusticia, en un país donde más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes viven en situación de pobreza, necesitamos más educación.

Más educación que acompañe las trayectorias vitales, identificando y trabajando por reparar vulneraciones. Más educación para acompañar a los y las estudiantes que se encuentran alejados de la escuela y de las oportunidades de soporte, acompañamiento y desarrollo que sólo la escuela es capaz de lograr. Mejor educación para que quieran volver porque la escuela les abre, efectivamente, nuevas puertas. Que vuelvan a escuelas seguras, flexibles y, sobre todo, espacios de aprendizaje efectivo y auténtico. Educación contextualizada, donde docentes y comunidades tienen la posibilidad de diseñar experiencias que sean significativas para sus estudiantes.

Ante un mundo complejo e impredecible más y mejor educación. Educación que nos permita leer la realidad, para intentar comprenderla. Educación que priorice la alfabetización, el desarrollo de la comprensión lectora y el pensamiento matemático y científico. Educación técnica que nos brinde herramientas para construir soluciones sustentables y abrirnos las puertas al trabajo de calidad y el desarrollo. Educación humana, que nos permita relacionarnos con empatía, trabajar en equipo y aprender toda la vida.

Mejor educación entendiendo que cada persona es única, a la vez que sostenemos altas expectativas de aprendizaje para cada estudiante. Sin excepción, porque sabemos que todos podemos aprender.

Ante la exclusión y la discriminación, más educación: para que cada persona construya su autoestima basada en el valor indudable de su vida, su identidad y sus derechos. Las aulas heterogéneas, en las que la diversidad es celebrada y donde se aprende de manera colaborativa y adaptativa, construyen comunidades y sociedades inclusivas y abiertas al diálogo.

Más escuelas. Más estudiantes en el aula. Más docentes motivados, acompañados, reconocidos y en red. Más familias participando, siendo escuchadas y construyendo comunidad. Más funcionarios y funcionarias al servicio de que cada escuela cuente con los recursos necesarios para cultivar, cuidar y potenciar aprendizajes.

Ante la violencia, la agresión y la cultura del odio: educación y paz. Es la única forma de defender y seguir construyendo la democracia en la Argentina y en cualquier lugar del mundo.

Más educación para escribir, correr, pintar, leer, cantar y jugar. Mejor educación para construir presentes y futuros más felices. Es por y para los niños, niñas y jóvenes. Pero no sólo para ellos. Es un derecho de toda la Argentina, que hoy más que nunca debemos defender.

Enseñá por Argentina, el compromiso como base del cambio educativo

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