El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, presentó los resultados de la gestión 2011 y repasó los logros más importantes de los cuatro años al frente de la cartera. Durante el acto, aseguró que “todavía existe una deuda en materia de dónde se hace ciencia en el país. Todavía la ciencia argentina está concentrada en las grandes ciudades y debemos cambiar eso”. Además, aseguró que la ciencia debe servir como un “motor para la inclusión”.
El Polo Científico Tecnológico (ex Bodegas Giol), inaugurado en octubre de este año, fue uno de los ejes centrales de los logros obtenidos por la cartera científica nacional. Según su titular “en este lugar se unen por primera vez en un mismo edificio la administración, la investigación y la divulgación científica”.
En este sentido afirmó que la divulgación es el primer retorno que tiene el ciudadano sobre lo que se invierte en ciencia y tecnología. Entre los principales logros del ministerio en materia de divulgación, destacó la importancia de la feria Tecnópolis y la creación del canal Tecnópolis TV. No obstante, Barañao aseguró que “todavía existe una deuda en materia de dónde se hace ciencia en el país. Todavía la ciencia argentina está concentrada en las grandes ciudades y debemos cambiar eso”.
Por otro lado, señaló que la ciencia se convirtió en una política de Estado, y para ejemplificar señaló que éste no solo es el primer gobierno en tener un ministro de Ciencia investigador del Conicet, sino también un jefe de Gabinete y un viceministro de Economía investigadores del Conicet. “Hoy la ciencia y la política se están mezclando de forma bidireccional”.
Por esa razón, el ministerio está implementando proyectos para insertar a los investigadores y doctorandos en empresas y universidades nuevas con ámbitos de investigación aún no consolidados. “El país es bastante asimétrico con respecto al desarrollo de investigadores. Estamos implementando inventivos para una migración interna, para generar nuevas investigaciones en todo el territorio”.
Barañao reconoció que la cartera que preside está enfocando su accionar en tres ejes: Innovación inclusiva, Infraestructura, Inversión. Y si bien trabajó en el desarrollo de las últimas dos, aún queda una deuda importante respecto a la primera. En esta línea, señaló que existen proyectos para rescatar la cultura científica ancestral. “Ese es un rol de la ciencia y la tecnología que ha estado ausente y que ni siquiera parece estar en el imaginario colectivo. Creemos que la ciencia tiene que servir como motor de la inclusión”.
Actualmente se están financiando más de 3000 proyectos científico-tecnológicos por un monto de 676.257.095 pesos, se consolidaron 21 convenios internacionales con diferentes países y se inauguraron 8 edificios del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Además, gracias a un aumento en el presupuesto nacional, se incrementaron los sueldos de investigadores y becarios, los cuales alcanzan un promedio de $13.604 y $5.365 respectivamente.
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