La tecnología al servicio de la educación y formación médica

Los avances tecnológicos son tendencia global en todos los ámbitos de la vida. Es así que, a partir del uso de los dispositivos en la práctica de la medicina, se estimula el aprendizaje de los estudiantes y residentes.

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Mucho se ha visto en este último tiempo sobre la influencia de la tecnología en la educación médica, no sólo en las herramientas que favorecen el aprendizaje, como lo son las plataformas, sino también los dispositivos utilizados en etapa de formación durante las prácticas de los estudiantes.

Un caso es el de Johnson & Johnson MedTech que, a través de 18 simuladores de entrenamiento quirúrgico cardiovascular utilizados por médicos residentes de Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Fundación Favaloro, alumnos de la Especialización en Cirugía Cardiovascular, ayuda a perfeccionar la destreza de los futuros cirujanos que se encuentran en etapa de formación en procedimientos cardiovasculares.

Se trata de tres diferentes modelos que se destacan por su portabilidad y practicidad (Arroyo’s anastomotic simulator; Verberkmoes mitral simulator; Devotini Aortic simulator), con los cuales se practican las técnicas para procedimientos valvulares, bypass, suturas cardiovasculares y anastomosis, entre otras. Tanto la idea, como el diseño de cada uno de los kits, fueron presentados en un concurso para cirujanos residentes en cirugía cardiovascular en 2017.

A partir del uso de estos dispositivos, que también se utilizan en el Laboratorio de Competencias Simuladas UF, se estimula el aprendizaje motriz de los estudiantes y residentes. A largo plazo, esto permite reducir considerablemente el tiempo de realización del procedimiento, tener mayor control en las habilidades técnicas y aumentar su confianza previo a tener que enfrentar cirugías reales.

“Este apoyo a la formación representa un claro compromiso para con el desarrollo de la salud en el país. Los avances científicos y las innovaciones en las prácticas quirúrgicas demandan una formación continua por parte de nuestros profesionales. Brindar este tipo de capacitaciones apunta, sin dudas, a mejorar día a día la calidad en la asistencia y tratamiento de cada paciente, siguiendo uno de los principios que guían nuestro trabajo que es la docencia, junto a la investigación y la asistencia”, afirma el Dr. Alejandro Bertolotti, Jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Fundación Favaloro, y Director de la Especialización en Cirugía Cardiovascular de la Universidad Favaloro.

“Nuestra primera responsabilidad es con los médicos y los pacientes. En este sentido, estamos muy felices de potenciar la formación profesional en la comunidad médica. Considero que son diversos los factores que permiten desarrollar las habilidades de un cirujano. Por lo cual, es sumamente importante tener la oportunidad de perfeccionar las habilidades técnicas para luego afrontar con mayor confianza y seguridad las cirugías más complejas”, agrega Tomás Firpo, Sr Sales Representative en Johnson & Johnson MedTech.

 

Debate sobre innovación y tecnología en educación

Simuladores y educación

En la educación presencial, algunas prácticas se ven limitadas por el costo de los insumos. Sin embargo, el impacto de las TIC y sus repercusiones en el ámbito educativo, traen consigo nuevas soluciones a la enseñanza y el aprendizaje.

En ese sentido, los simuladores en el proceso de enseñanza colaboran en la transmisión de conocimientos de una forma interactiva, ya que el estudiante deja de tener una actitud pasiva y se involucra de manera activa en el proceso.

Tal como afirma Jorge Iván López Jaramillo, Médico cirujano de la Universidad de Antioquia, el uso de simuladores en la educación médica permite afrontar de manera más eficiente este proceso de formación académica, mediante el desarrollo de un conocimiento analítico y práctico, la adquisición de destrezas y habilidades y la incorporación del conocimiento tecnológico, para apoyar los modelos educativos.

La simulación se entiende como la reproducción de un hecho de la realidad, y lograr su repetición indefinida, lo cual permite un análisis pausado, metódico, sin condicionantes y, lo más importante, sin exponer a riesgo y maltrato repetitivo al paciente.

La utilización de simuladores en la educación médica ha demostrado ser una herramienta de gran valor en la adquisición de destrezas y habilidades para el personal de salud en formación.

Si bien no reemplaza el manejo directo del paciente, el estudiante que ha recibido entrenamiento previo llega en mejores condiciones y con una mejor actitud ante el paciente real; esto genera una mayor responsabilidad.

 

 

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