En pandemia, es posible ver una propagación en todo el mundo de los contenidos de odio, la discriminación y las teorías conspirativas que acentúan los prejuicios ya existentes, los estereotipos nocivos y la discriminación, fundamentalmente la xenofobia, el racismo, el antisemitismo, la islamofobia, la misoginia y el odio contra las personas LGBTQI+.
Por ello, los ministros de Educación se reunieron el martes en una Conferencia Mundial convocada por el Secretario General de la ONU, António Guterres, y la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, para reforzar la lucha contra la incitación al odio en línea y fuera de ella.
En el contexto de la gran ansiedad provocada por la pandemia de la COVID-19, se ha producido un aumento de la incitación al odio en línea y fuera de ella. Además, el reflejo de encontrar chivos expiatorios ha dado lugar a un notable aumento de los prejuicios, los estereotipos y la discriminación. La ONU y la UNESCO han pedido a los Estados que tomen medidas contra estos fenómenos nocivos.
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En ese sentido, se busca el desarrollo de las respuestas educativas para reforzar la resiliencia de los alumnos frente al discurso de exclusión y de odio también figura en los objetivos de desarrollo para 2030 de las Naciones Unidas.
Uniendo esfuerzos
La primera Conferencia Internacional de Ministros de Educación y el Foro de múltiples partes para combatir el discurso de odio mediante la educación, organizados en septiembre y octubre de 2021, constituyen grandes etapas que han reunido a los responsables en la formulación de políticas del sector educativo, especialistas y miembros de la sociedad civil del mundo entero con miras a lograr un consenso en la lucha contra el discurso de odio y la discriminación.
Estos esfuerzos de alto nivel solo lograrán su objetivo mediante el apoyo activo de todos, educandos y docentes, usuarios de redes sociales y creadores de contenidos – mediante la adopción de posiciones comunes de las sociedades y comunidades.
La Conferencia Mundial de Ministros de Educación decidió llevar a cabo acciones conjuntas en todos los niveles de la educación, estableciendo como prioridades la alfabetización mediática e informacional, la formación del profesorado y la sensibilización sobre la ciudadanía digital.
“El discurso del odio puede venir de un pasado lejano, pero está adquiriendo nuevas dimensiones a través de las plataformas digitales. La respuesta legal es esencial, pero no es suficiente. También debemos movilizar al sector educativo, porque es ante todo a través de la educación como se desarrolla el pensamiento crítico y se deconstruyen los prejuicios”, subrayó Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.
La labor de la UNESCO y sus socios en la lucha contra la incitación al odio abarca muchos ámbitos, entre ellos:
- La lucha contra la incitación al odio en las redes sociales, desarrollada para vigilar la propagación y el impacto de la incitación al odio en línea, así como para evaluar las maneras de contrarrestarla.
- Un programa de formación para docentes en educación mediática e informacional, para que los jóvenes puedan evaluar la pertinencia y la fiabilidad de la información que consultan.
- La prevención del antisemitismo por la educación, así como la enseñanza del Holocausto y los genocidios, incluida la formación de encargados de políticas y de docentes en el mundo entero.
- La prevención del extremismo violento, apoyando a los jóvenes para que puedan comprometerse contra las ideologías del odio y peoligrosas, formando y guiando a los educadores.
La Conferencia mundial de ministros organizada con la Oficina del Asesor Especial del Secretario General sobre la Prevención del Genocidio (OASPG). Se apoya en el Foro multipartito organizado por la UNESCO, que se celebró a principios de octubre y que reunió a organizaciones de la sociedad civil, expertos en derechos humanos y empresas tecnológicas y redes sociales como Facebook, YouTube y TikTok, así como con representantes de gobiernos.
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Todo ello se inscribe en el marco de la Estrategia y el plan de acción de las Naciones Unidas para la lucha contra el discurso de odio, basada en los derechos humanos y la libertad de expresión, que pone el acento específicamente en el papel de la educación en la lucha contra el discurso de odio, incluidas sus causas profundas y sus elementos motores.
¿Qué repercusión tiene el discurso de odio en las sociedades y las personas a través del mundo?
Al leer los titulares de la prensa en todo el mundo, constatamos que el discurso de odio desempeña un claro papel en el surgimiento y amplificación de los conflictos, la polarización y la discriminación.
Desde los relatos deshumanizantes sobre los migrantes y los refugiados o las bandas racistas y antisemitas reacondicionadas en el marco de la pandemia de COVID-19, el discurso de odio está intrínsecamente vinculado a la incitación a la violencia y las violaciones cotidianas de los derechos humanos que afecta a menudo a las personas y los grupos más vulnerables.
A lo largo de la historia, el discurso de odio ha servido para adoctrinar a las personas e incitarlas a cometer los peores crímenes.
El Holocausto, el genocidio contra los tutsis, la limpieza étnica de los rohingya en Myanmar, figuran entre los numerosos ejemplos en que el discurso de odio y la propaganda han deshumanizado sistemáticamente a las personas y preparado el terreno para que se cometan los crímenes más atroces.
Las sociedades de hoy en día siguen siendo vulnerables y, como estipula el Acta constitución de la UNESCO, nos incumbe a todos erigir los baluartes de la paz en la mente de los hombres y las mujeres.
¿Por qué la educación y la alfabetización mediática e informacional son tan importantes en la lucha contra el discurso de odio?
El reforzamiento de los sistemas educativos, con miras a incrementar la resiliencia y la sensibilización de los educandos ante los discursos de odio, así como para educar en cuanto a sus responsabilidades y sus derechos en línea y fuera de ésta, está en el centro de las iniciativas de la UNESCO.
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La educación para la ciudadanía mundial tiene como objetivo proporcionar a los educandos de todas las edades los medios de asumir un papel activo, tanto a escala local como mundial, en la construcción de sociedades más pacíficas, inclusivas y seguras.
Estas iniciativas incluyen la lucha explícita contra los relatos de odio, mediante programas tales como la educación contra el antisemitismo y la prevención del extremismo violento, proporcionando apoyo a los jóvenes para que puedan implicarse contra las ideologías de odio y peligrosas, y formando u orientando a los educadores para que puedan desarrollar la resiliencia de los jóvenes ante el extremismo violento y atenuar mediante la educación los propulsores de este fenómeno.
El discurso de odio se vincula a menudo a la desinformación y las informaciones falsas, incluidas las teorías conspirativas.
La alfabetización mediática e informacional permite adquirir competencias para evaluar de manera crítica la información y los mensajes y contribuir a la creación de ecosistemas seguros y sanos en Internet para preservar el bien público y luchar contra la epidemia creciente de desinformación en línea.