Por Maria Jimena Tellechea, Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA). Especial para Sobre tiza.
Imaginar, dibujar, pensar y crear historias son actividades que a menudo se presentan entre las favoritas de los más pequeños.
En esta oportunidad, la propuesta va dirigida a docentes de los últimos años de la escuela primaria y los primeros años de la secundaria. Sin embargo, a pesar de esta sugerencia, están invitados todos aquellos que vean viable una actividad de estas características de acuerdo con los contenidos a enseñar en sus cursos, áreas o materias.
La idea es trabajar los conflictos sociales desde la mirada infantojuvenil. En una sociedad compleja y altamente mediatizada, los más chicos reciben grandes cantidades de información sin ningún tipo de filtro. Muchas veces, el entorno familiar y adulto, asediado por los mismos volúmenes de información y sin demasiado tiempo para la reflexión, repercute, sin ser consciente de ello, en la percepción de los chicos sobre la realidad. Así, la escuela, el salón, la clase, se convierten en ámbitos en los cuales niños y adolescentes vuelcan conocimientos construidos desde afuera.
Como docentes, sería interesante trabajar sobre esas construcciones, no dejarlas pasar. De esta manera no sólo se podrán desnaturalizar cuestiones de sentido común instauradas en la sociedad sino también, vislumbrar posibles horizontes para dar respuesta a esos conflictos en tiempos futuros. La escuela como generadora de nuevas maneras de ver y abordar la realidad, nos permite pensar otro tipo de sociedad.
Volviendo a la actividad, el primer paso es proponer a los chicos pensar en algún conflicto social que les preocupe y buscar información acerca del mismo. Los medios para obtenerla pueden ser variados, desde los más tradicionales como la televisión, la radio o el diario hasta los que brindan las nuevas tecnologías. En relación a esto último, casi todos los diarios actuales cuentan con una versión digital en la que ofrecen buscadores que permiten rastrear notas periodísticas de ediciones anteriores.
Una vez que los estudiantes se hayan informado al respecto, la tarea siguiente es crear una historieta virtual que represente el conflicto social pero que a la vez, proponga una posible solución al mismo. De esta forma no sólo se trabaja la construcción que hacen de la realidad sino también la propuesta superadora que plantearían.
Existen numerosas herramientas para crear historietas digitales. Algunas de ellas son: Toondoo, Comic Life, Stripgenerator, Bitstrips, Stripcreator. La dificultad es que muchas no presentan una versión en español. Sin embargo, existe una llamada Pixton que no sólo está traducida sino que además es muy completa y presenta tres propuestas diferentes para incursionar en las historietas virtuales: Divertirse, Escuelas y Negocios.
En lo que refiere a Escuelas, el portal brinda un video explicando los beneficios y ventajas que otorga esta herramienta haciendo hincapié en los resultados obtenidos respecto a la motivación de los estudiantes y al aprendizaje colaborativo.
Utilizando Pixton, los estudiantes podrán realizar una producción propia. La herramienta posibilita editar la forma y el tamaño de las viñetas, diseñar la expresión y postura de los personajes, dar personalidad a textos y burbujas de diálogo, elegir el idioma en el que desean expresar los comentarios, cargar imágenes propias, y hasta colaborar en forma simultánea con personas de otros países a través de la opción Comics en Equipo.
Además, esta herramienta brinda al docente la posibilidad de administrar una plataforma virtual en la cual visualizar los trabajos realizados por los estudiantes, corregirlos, reenviarlos para reformular en base a las correcciones y, una vez aprobados, publicarlos en la Galería de Estudiantes y compartirlos con el resto de la clase. A la vez, los chicos pueden leer y comentar los trabajos de sus compañeros fomentando un ambiente de trabajo interactivo que facilite la retroalimentación.
Algo a tener en cuenta es que el servicio de Pixton no es gratuito. Sin embargo, si en la parte de Escuelas se accede a Maestros, se ofrece una versión de prueba sin cargo por 30 días para una cantidad de 50 estudiantes. En caso de optar por la compra de una licencia, los costos son moderados y se puede adecuar a las necesidades que se presenten en términos de cantidad de estudiantes y período a utilizar.
