Por Laila Robbiano, Directora de Educación de Guayerd.
Con motivo del Día Internacional de la Educación, decidimos compartir una reflexión sobre cómo la Inteligencia Artificial nos puede ayudar a mejorar las formas de enseñar y aprender.
En el último tiempo las plataformas de IA conversacionales como GPT captaron una gran atención. Para quienes aún no lo conocen, es un modelo de lenguaje lanzado en noviembre de 2022 por el laboratorio de Inteligencia Artificial OpenAI. El mismo está entrenado con un gran conjunto de datos para generar texto de manera autónoma. Puede utilizarse de diversas maneras como: respuestas a preguntas, resumen, resolución de problemas matemáticos complejos, traducción, etc.
Invertir en las personas, priorizar la educación en América Latina
Bajo la premisa de la experimentación, en Guayerd hemos utilizado el GPT-3 para analizar las respuestas cualitativas de cientos de estudiantes sobre cómo mejorar la experiencia educativa de nuestra academia. En el pasado, analizar las respuestas escritas de forma manual nos había llevado bastante tiempo y esfuerzo. En cambio, al ChatGPT le llevó 3 segundos hacer un resumen de las oportunidades de mejora que más se mencionaron.
Generar sinergia entre la automatización y las personas
Plataformas como el ChatGPT son excelentes herramientas de trabajo, pero que están en un proceso de mejora continua, y es importante considerar una instancia de validación de la información por parte de las personas que trabajan con esos datos.
Por ejemplo, al comparar los resultados provistos por la plataforma con nuestro análisis previo pudimos reconocer algunos errores en la versión automatizada. Concretamente, la herramienta tomó la respuesta de una sola persona y la compartió en la selección de “mejoras más sugeridas”. Frente a la imprecisión de la respuesta reformulamos la pregunta, y solicitamos un listado que ordene las oportunidades de mejora propuestas, agrupando respuestas similares y asignándoles un porcentaje sobre el total. Luego de este segundo intento nos sorprendió descubrir que los porcentajes coincidían perfectamente con nuestro análisis. La diferencia es que a nosotros nos llevó mucho más tiempo poder llegar a esa misma conclusión.
Aprender a formular las preguntas correctas
Esta primera experiencia con la plataforma que surgió motivada por la curiosidad, nos condujo a otro tipo de reflexiones relacionadas a cómo accedemos a la información que necesitamos. ¿Cómo se formula una buena pregunta?, ¿cómo enseñamos a preguntar? y, en definitiva, ¿cómo podemos capturar todo el valor de estas plataformas para obtener la información que necesitamos?
Algunos años atrás, con el creciente uso de Wikipedia, muchos educadores se preocupaban e intentaban prohibir su uso para evitar que los estudiantes copien y peguen datos sin haberlos comprendido. Pero también, reflexionar sobre las ventajas y desventajas de la herramienta nos condujo a analizar el tipo de preguntas que se le estaban haciendo a los estudiantes, ¿eran preguntas que se pueden responder copiando y pegando información de Internet? o por el contrario, ¿eran preguntas que promueven el pensamiento analítico, crítico y creativo?
ChatGPT puede resolver problemas complejos de lógica y programación, pero somos las personas quienes hacemos las preguntas. Y si enseñamos a utilizar este tipo de tecnología como asistente para el aprendizaje y la construcción de conocimientos, y la utilizamos con criterio, se convierte en una herramienta muy poderosa.
Capitalizar las nuevas tecnologías en la educación
El desafío que se nos presenta a los educadores frente a la aparición de nuevas plataformas tecnológicas como ChatGPT reside en conocer los alcances, limitaciones y el impacto de estas tecnologías, e integrarlas a nuestros procesos de formación y aprendizaje.
La Inteligencia Artificial ofrece una gran oportunidad para abordar algunos de los desafíos más importantes en el campo de la educación, desde mejoras que podemos implementar en el aula hasta el desarrollo de nuevos métodos de aprendizaje y enseñanza. Sin embargo, no debemos perder de vista los riesgos, entre ellos que la IA amplíe la brecha tecnológica. Debemos garantizar que todas las personas puedan acceder a los beneficios de la innovación tecnológica.
En Guayerd tenemos la misión de promover el desarrollo de talento de sectores de vulnerabilidad socio-económica a través de la formación profesional de calidad y la inserción laboral en disciplinas tecnológicas. Sabemos que para facilitarles esta oportunidad no alcanza con enseñarles conocimientos técnicos, como desarrollar código en JavaScript. Se trata de generar actividades desafiantes que inviten a pensar y hacer preguntas, en lugar de memorizar y repetir “respuestas correctas”.
El objetivo es que los y las estudiantes amplíen sus habilidades no sólo para adaptarse al mundo actual sino para enriquecer a la humanidad. Formar estudiantes con una actitud curiosa en lugar de temerosa, capaces de tomar acción y desarrollar nuevas ideas de la mano de las nuevas tecnologías.