«El desafío como docentes-artistas-investigadores es usar el aparente límite como trampolín a una creación superadora»

Dialogamos con Natacha Delgado, actriz, directora, docente de teatro y gestora cultural. Formada en la UBA y en Andamio 90, posee una reconocida trayectoria en el campo del teatro y la educación. El uso de las TIC en la enseñanza artística, el campo de la pedagogía teatral y los desafíos del trabajo docente en el marco de la pandemia, fueron los principales temas sobre los que hablamos en esta entrevista.

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Natacha Delgado es actriz, directora teatral, docente, investigadora y gestora en cultura y educación. Comenzó su formación de la mano de Alejandra Boero, una de las pioneras del teatro independiente en nuestro país, y desde entonces no paró. Graduada de la licenciatura y del profesorado en Artes Combinadas por la Universidad de Buenos Aires, posee una amplia trayectoria en el campo educativo. Coordina el Área de investigaciones sobre Artes del Espectáculo y Educación del Instituto de Artes del Espectáculo, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Expone trabajos en congresos nacionales e internacionales, y publica artículos en libros y revistas especializadas. Es profesora titular en varias materias y tutora de la Residencia del Profesorado de teatro de Andamio 90, la escuela teatro fundada por Boero. Además, dicta talleres on line de actuación, juegos teatrales, pedagogía teatral, expresión corporal, historia y teorías del teatro.

Como actriz, ha sido dirigida por grandes, como Bernardo Cappa, Santiago Doria, Roberto Monzo, Julio Baccaro, Alejandra Boero, Claudio Hochman, Beda Docampo Feijoo, y Pino Solanas, entre otros. Como directora, estaba por reestrenar “El patio de atrás”, la clásica obra de Carlos Gorostiza en la Sala Ana Frank, con una puesta adaptada al nuevo espacio, luego de dos exitosas temporadas en Andamio 90. Paralelamente, protagonizará, junto a Luciano Cáceres, la película “Laura”, escrita y dirigida por Rodrigo Malmsten, sobre la verdadera historia de una mujer que padece Huntington, una enfermedad neurodegenerativa. El film cuenta con importantes auspicios, entre los cuales se encuentran el de la Embajada del Reino de Bélgica en Buenos Aires y el de la Sociedad Argentina de investigaciones en neurociencias.

Si hay algo que caracteriza el recorrido profesional de Natacha es la multiplicidad de roles y trabajos que lleva a cabo. Pero el vínculo entre la educación y el teatro parece ser uno de los más importantes. Por eso, dialogamos con ella en Sobre Tiza.

Has dictado un curso de capacitación docente sobre el uso de las TIC en la Enseñanza Artística. ¿Qué herramientas ofrecen las tecnologías para la enseñanza y el aprendizaje de las disciplinas artísticas, fundamentalmente en este contexto donde muchas clases han saltado a la modalidad virtual?

En el curso de capacitación docente que dimos con el Profesor Mariano Scovenna nos propusimos exponer una serie de consideraciones generales en torno a las relaciones entre pedagogía teatral, nuevas tecnologías y virtualidad. Sabemos que no es el momento para pregonar certezas, pero al menos intentamos hacernos algunas preguntas.

Los docentes de teatro sabemos que el rasgo relacional es fundamental en ámbitos pedagógicos, para poner en juego el “hecho teatral”. Como dice Dubatti, en las clases de teatro se aprende construyendo saberes en convivio, en un interaprendizaje que produce un aquí y ahora compartido, vivido en cuerpo y espíritu. Ahora bien, ¿Qué sucede cuando esa relación se da en un tiempo presente compartido, pero en espacios físicos diferentes, y los sujetos que interactúan, alumnos y docentes se ven y escuchan a través de las pantallas? ¿Hay convivio? ¿Hay teatro? ¿Hay enseñanza-aprendizaje del lenguaje teatral?

Una primera aproximación posible puede ser la de empezar a pensar qué hacemos con la tecnología cuando enseñamos teatro, qué uso le damos y de qué modo nos relacionamos con ella para fomentar procesos de comunicación y aprendizaje.

Como hipótesis para este trabajo para el curso postulamos entonces, que las posibilidades que nos brindan los modos en que utilizamos las nuevas tecnologías para enseñar teatro son principalmente cuatro: Como un testimonio para dejar registro documental de lo que acontece en los distintos momentos del proceso presencial, como una herramienta para fomentar la producción dramática, como un puente para transmitir contenidos o como un territorio de encuentro que invite a aprender, dialogar, explorar, producir e investigar echando mano tanto a esa enorme caja de herramientas que es la Cultura Teatral, y las nuevas herramientas y posibilidades que nos brinda la tecnología mediante diversas plataformas.

Desde tu experiencia en diferentes eventos y ámbitos académicos, ¿Cómo ves hoy el campo de la pedagogía teatral?

En las últimas décadas se ha intensificado la presencia del teatro en la educación formal y no-formal. Con desarrollos desiguales en todo el país, se ha consolidado en todos los niveles educativos. Esta expansión ha venido acompañada de un aumento en la producción bibliográfica que reflexiona sobre las condiciones de enseñanza y su validación. El fenómeno atraviesa a diversas áreas: dramaturgia, actuación, dirección, iluminación, vestuario, máscaras, expectación y formación de espectadores, etc. En todas ellas se están realizando contribuciones bibliográficas hasta hoy no sistematizadas. Estoy actualmente investigando y sistematizando las etapas de la pedagogía teatral en nuestro país, como parte del proyecto Filocyt “Hacia una cartografía bibliográfica de las relaciones teatro / educación artística en la Argentina”. Nos interesa elaborar una cartografía bibliográfica que destaque los aportes de la investigación artística de creadores, docentes y gestores que están produciendo conocimiento como artistas-investigadores, investigadores-artistas, investigadores participativos dentro del campo teatral o a partir de la asociación colaborativa entre artista e investigador.

Actualmente en la Ciudad de Buenos Aires hay más de doscientas salas, que reúnen gran cantidad de público. Estos espacios teatrales siguen la tradición del Teatro Independiente donde son también lugares de formación y entrenamiento teatral. Los talleres que se dictan en estos espacios, en general los dictan sus propios dueños, los integrantes de la cooperativa de trabajo, o profesores que alquilan por hora la sala y arman sus propios grupos. Es decir que estos trabajadores culturales son independientes. Generan y regulan su propio trabajo. Algún funcionario de turno podría decir que son micro emprendedores.

En realidad, lo que vino a evidenciar la pandemia es el estado de precarización del sector, tienen que reinventarse con nuevas y hasta impensadas maneras de ganar un sustento económico para cubrir las necesidades básicas.

junto a Mariano Scovenna, coordinás el Área de Investigaciones en Artes del Espectáculo y Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, ¿Qué vínculos y/o puentes se pueden tejer entre el teatro y la educación?

El área de Investigación se propone funcionar como un espacio relacional, intelectual, creativo y reflexivo que analice los posibles vínculos e hibridaciones que pueden surgir a partir del momento en que las Artes se relacionan con la Educación. Desde este espacio intentamos dar cuenta de la complejidad del tema a tratar y nos proponemos investigarlo y o problematizarlo sosteniendo que las prácticas artísticas cuando se relacionan con la educación no sólo producen distintas denominaciones de una misma cosa (el Arte), sino que generan nuevas versiones o percepciones de esa misma cosa (El Arte).

Estabas por reestrenar “El patio de atrás” en la Sala Ana Frank, cuyas funciones fueron suspendidas por las medidas para frenar el avance de la segunda ola de Covid-19 ¿Qué lecturas posibles se abren de este clásico de Gorostiza en esta época de pandemia?

Aunque la obra haya sido escrita en tal contexto histórico, me confronto con ella con mis experiencias actuales, y me pregunto qué quiero decir yo, hoy, acá con esta obra. Tomo el objeto texto y lo estudio, según mi interpretación, según mi subjetividad, podré establecer una hipótesis de puesta en el espacio, de puesta de sentido (el sentido de la obra y el sentido que yo le doy la obra), tal vez sin modificar nada del texto. Leo más allá de las palabras escritas, de las didascalias, de los diálogos. Una obra que habla del encierro de una familia de clase media en su casa (metáfora de la sociedad de un momento) si o si tiene que tener paredes. El encierro, la opresión, pueden expresarse desde el cuerpo de los actores. De esta manera, no sólo desde la puesta en escena significo el encierro, sino que manifiesto, sin acudir al lenguaje verbal, mi opinión sobre la responsabilidad social que reproduce la opresión del poder hegemónico.

En esta nueva versión que estábamos ensayando en el Jardín del Museo Ana Frank, hice uso expresivo del paisaje natural, y no sólo como paisaje para mirar, sino que los actores interactuaban enredándose y perdiéndose en el laberinto de su propia historia y sus propias neurosis. El encierro no es impuesto por otro en todas las circunstancias, siempre habría que preguntarse por la propia responsabilidad.

Como docente de teatro ¿A qué desafíos te enfrentó la pandemia? ¿En qué aspectos profesionales más te afectó la situación?
Dictando clase online.

Muchos de nosotros, docentes en los distintos niveles y modalidades del sistema escolar o fuera de él, entramos sin preaviso al mundo de la educación a distancia y la educación en línea. Rápidamente tuvimos que acondicionar nuestros dispositivos y conexiones, encontrar un lugar acorde y bien iluminado en nuestras casas, comprender la lógica de las nuevas plataformas y casi al mismo tiempo ponernos a trabajar en la adecuación de metodologías y contenidos para desempeñar acciones educativas significativas que gestasen nuevos espacios-tiempos de encuentro. La llegada de la pandemia nos obligó a reformular nuestras prácticas, permitiéndonos concebir la red como una estructura posibilitante para la interacción y el encuentro entre las personas que construyen comunalmente un aprendizaje teatral.

El teatro posee cierta especificidad para fundarse en acto. Ahora bien, ¿Qué sucede cuando esa relación se da en un tiempo presente compartido, pero en espacios físicos diferentes, y los sujetos que interactúan, alumnos y docentes se ven y escuchan a través de las pantallas? ¿Hay convivio? ¿Hay teatro? ¿Hay enseñanza-aprendizaje del lenguaje teatral?

La presencia no dependió nunca sólo de la proximidad ¿Cuántas veces insistimos con el aquí y ahora? ¿Cuántas veces trabajamos el siento, observo, percibo para estar presentes con el otro? Y verificamos las resistencias… El tema del confinamiento también es una instancia muy fuerte para reflexionar acerca del hecho de la presencia y la ausencia, o el hecho de estar ausente estando presentes y la necesidad de estar presentes cuando esa presencia no puede ser en proximidad.

En Andamio 90, centro de su actividad educativa.

La realidad nos platea un nuevo espacio-tiempo para investigar teatralmente, pedagógicamente. Como docentes- artistas- investigadores atravesamos el desafío que implica un nuevo intersticio para indagar en la creación, la enseñanza y la investigación (o las tres cosas a la vez). Los entornos digitales de aprendizaje que se nos plantean como aulas virtuales y pantallas cuadriculadas se convirtieron en potenciales materiales de trabajo, incluso hasta cada una de esas ventanitas se abrió como posibilidad para tratarlas como espacio pedagógico relacional. Más allá de las implicancias políticas y económicas que claramente están en juego en relación a las grandes corporaciones que hegemonizan y discriminan; sabiendo eso, diciéndolo todas las veces que sea necesario para que no se naturalice “la nueva normalidad”, decidimos recorrer las nuevas posibilidades. ¿Cómo trabajar el aquí y ahora en línea?, diferenciando lo virtual entendido como una realidad que no existe, de una realidad online que construye cuerpo en esta nueva circunstancia dada. ¿Cómo trabajar con esta nueva circunstancia dada de vernos y escucharnos mediados por una pantalla? ¿Se generan nuevos conflictos? ¿O son siempre los mismos, sólo que ahora además se opone una pantalla? ¿Se opone la pantalla, o no probé todas las acciones posibles para cumplir mi objetivo?

El desafío como docentes-artistas-investigadores es ponernos creativos y usar el aparente límite como trampolín a una creación superadora.

Sos parte de la agrupación PIT (Profesorxs Independientes de Teatro) ¿Cuáles fueron los principales logros que pudieron obtener a partir de ese trabajo en conjunto? ¿Crees que falta visibilización del trabajo que llevan a cabo los docentes independientes de teatro?

A partir de los primeros casos detectados de COVID-19 en la Ciudad de Buenos Aires, los teatristas que cumplen con múltiples roles, empiezan a preocuparse por la paralización de la actividad, y empiezan a comunicarse entre ellos, conformando en un principio lo que podría denominarse una comunidad de práctica.

PIT agrupa a más de 800 profesores de teatro, que tienen alrededor de 25.000 alumnos. Estos profesores, muchos de ellos reconocidos también por su trayectoria como actores y directores, pusieron en evidencia lo endeble de su situación laboral, pero también la fuerza y creatividad en su desempeño como gestores.

La gestación del PIT es la consecuencia directa del trabajo autogestivo e informal del sector Teatro. Pero el hallazgo es que, estos teatristas que ya están agrupados en asociaciones de actores, de directores o de dramaturgos (porque de hecho lo son), no estaban agrupados en su carácter de profesores e investigadores de teatro.

Esa agrupación es un acto político, ya que la gran mayoría de los actores, directores, dramaturgos en Argentina, no viven de esas profesiones, sino de las clases de teatro que dan en sus talleres, investigando en sus laboratorios diferentes estéticas, y desde una posición ética muy marcada. “Todo empieza en las clases”, es la síntesis elegida por la Agrupación para visibilizar la figura del profesor independiente de teatro y ponerlo en agenda de funcionarios y legisladores tanto del Gobierno de la Ciudad como el Nacional. 

Los profesores de teatro, agrupados en red, en organización horizontal, debatiendo en modos virtuales, realizan múltiples roles a la vez. Editan videos, idean frases para slogans, armar talleres y dictan on line, capacitan a sus colegas, escriben proyectos, corrigen proyectos de ley, hacen encuestas, censos, cuadros estadísticos. Organizan estrategias discursivas para las reuniones con los funcionarios. Escriben protocolos. Se reúnen con funcionarios y colegas de otras asociaciones del país y Latinoamérica. Debaten cuestiones de géneros, mujeres y diversidades. Todo esto en la distancia. Agrupados en la distancia.

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