La inclusión educativa puede entenderse de diferentes modos, puede mirarse desde puntos de vista muy diversos. Esas dos palabras abren un abanico de sentidos que van y vienen no solo en nuestros pensamientos, sino también en cómo trabajamos en nuestra realidad cotidiana. En un sistema educativo como el de nuestro país, la inclusión se vuelve una cuestión central para garantizar la igualdad de oportunidades para todos aquellos que pasen por las escuelas, sea cual sea su condición socioeconómica, su origen y sus metas a futuro.
¿Son las escuelas capaces de enfrentar el desafío de la equidad educativa? ¿Son las escuelas un modo más de reproducir las desigualdades de nuestra sociedad? Son preguntas que hacemos con la intención de encontrar muchas respuestas, miradas y protagonistas. En la escena educativa hay muchas personas que están viendo el camino de la inclusión no como una meta a futuro sino como un trabajo cotidiano en el presente. Este es el caso de quienes dirigen y asisten al Colegio Nº2 «Domingo Faustino Sarmiento», de Recoleta, que fue capturado por la cámara de Francisco Márquez, en su película “Después de Sarmiento”, que se estrena este jueves 10 de septiembre en el cine Gaumont, ubicado en Rivadavia 1635 (CABA). La producción fue realizada en conjunto con Pensar con las manos y Poncho Cine.
El tiempo hizo que este establecimiento centenario se transformase en algo diferente a lo que fue en sus orígenes. La institución pasó de tener un alumnado integrado por estudiantes de la Escuela de Danzas del Teatro Colón, a una mixtura en la que hoy conviven estos mismos jóvenes, junto a otros adolescentes de la Villa 31 de Retiro. Esta población heterogénea, la gestión de la rectora Roxana Levinsky y su propuesta pedagógica, convirtieron al colegio en uno de los emblemas de la inclusión educativa.
El documental de Márquez, deja un interrogante claro: ¿La escuela actual cumple el rol de integrar a los excluidos del sistema? Sin intentar brindar una respuesta única a esta cuestión, el joven director, que presenta su primer largometraje documental, brinda un abordaje posible a partir de prácticas cotidianas dentro del colegio, como es el caso de la creación de un centro de estudiantes.
“Estuve un año y medio entero trabajando en la escuela antes de empezar a grabar el documental. Es así que cuando empezamos el rodaje, con nuestro pequeño equipo técnico, los chicos estaban totalmente acostumbrados a nuestra presencia. Estar ahí tanto tiempo, no sólo dio naturalidad a la presencia de los chicos en cámara, sino también le dio consistencia a nuestra mirada sobre la problemática que buscábamos retratar”, afirmó el director del documental.
Para Márquez, la obligatoriedad de la escuela secundaria -hecha ley en 2006-, permitió que ingresen sectores a la escuela que antes estaban excluidos. Pero está convencido que la existencia de una ley no garantiza per se la inclusión escolar. Según él, deberían plantearse nuevos abordajes pedagógicos que estén a tono con el cambio de paradigma educativo. “La inclusión comienza con que los chicos estén dentro de la escuela, pero no termina con eso”, señala.
“Hicimos una película sobre educación porque nos parece un tema de notable trascendencia, pero creemos que abordar la cuestión del sistema educativo de una manera autónoma es un problema. Un gobierno puede invertir cifras records de su PBI en educación y eso es muy bueno, pero si no se cambia la matriz productiva, si no se combate abiertamente a los grandes monopolios, si no se grava más fuertemente a los sectores económicos concentrados, la pobreza y la miseria seguirán siendo problemas acuciantes en el país”, subrayó.
Sinopsis:
El Colegio Nº2 Domingo Faustino Sarmiento está ubicado en Recoleta, el barrio más caro de la ciudad de Buenos Aires. Fundado en 1892 fue durante muchos años cuna educativa de la elite dominante. Actualmente, en sus aulas, conviven estudiantes provenientes de la Villa 31 de Retiro y sectores medios porteños. Las diferencias de clase, generan tensiones dificultando la organización de un Centro de Estudiantes en común.
Buscando la integración, la rectora y docente de literatura, propone un método pedagógico transformador, generando un intenso debate sobre la propia realidad de los jóvenes. Sin dar respuestas cerradas, «Después de Sarmiento» aborda el desafío pedagógico que tiene planteada la escuela pública en esta etapa, dejándonos un inquietante interrogante: ¿La escuela actual cumple el rol de integrar a los excluidos del sistema?