El avance que han tenido las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el ámbito educativo es sumamente notable, ya sea a nivel nacional como jurisdiccional. No obstante, si bien parece que una parte de la solución para reducir la brecha digital está en la cuestión del acceso, en el uso de las herramientas se ponen un juego competencias que es necesario investigar para superar los que algunos especialistas denominan la segunda brecha, referida al manejo de estos instrumentos con fines educativos, y dejar de lado la idea de que, por haber nacido en las últimas décadas, los niños traen consigo la capacidad de asimilar naturalmente los recursos informáticos y digitales.
Desmitificar la idea de “nativos digitales” y poder comparar a nivel internacional cuáles son las competencias digitales de los alumnos son dos de los objetivos principales de una nueva evaluación que llevará adelante la Dirección General de Evaluación y Calidad de la Enseñanza del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esta prueba se realiza en alrededor de 20 países, entre los cuales se encuentran Alemania, Australia, Canadá, Chile y Suiza. ICILS será aplicado por primera vez en Argentina, a través de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La coordinación del estudio está a cargo de la Dirección General de Evaluación de la Calidad Educativa del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Para conocer más acerca de esta instancia de evaluación, Sobre Tiza se reunió con Silvia Montoya, directora del área, quien explicó que el gobierno porteño se sumó por primera vez al Estudio de alfabetización computacional y uso de la información (ICILS), que es administrado por la Asociación Internacional de Evaluación Educativa (IEA). La misma se llevará a cabo solo en territorio porteño y se implementará en 100 escuelas de gestión pública (50) y privada (50), y alcanzará a 2000 alumnos de primer año de educación secundaria y docentes, y también realizará un relevamiento de equipamiento informático de los establecimientos.
La evaluación comenzará implementarse en el mes de noviembre cuando se terminen de relevar las 100 escuelas representativas de cada comuna de la ciudad. Para ello, el equipo de la dirección ha estado recorriendo las instituciones e encuestando a los directivos, con la intención de ir relevando datos útiles para la ejecución del ICILS, el primer estudio internacional comparativo para medir la preparación de los alumnos para su inserción en la era de la información.
Montoya afirmó que este estudio permitirá, además, “evaluar la articulación entre los alumnos egresados de las escuelas primarias de la Ciudad alcanzados por el Plan Sarmiento BA, y su entrada en escuelas afectadas por Conectar Igualdad”. Por esa razón, buscan relevar si la implementación de ambas políticas deriva en una incorporación integral de la tecnología, o bien si el foco está puesto solamente en la cuestión del acceso a los dispositivos. El estudio medirá “la capacidad de utilizar computadoras para investigar, crear y comunicar, en orden de poder participar efectivamente en sus hogares, escuelas, trabajos y comunidades”, según puede leerse en el Marco General.
Instrumentos de medición
El ICILS cuenta con cinco instrumentos internacionales, que se encargarán de rescatar distintos indicadores:
a) Test cognitivo internacional del alumno: es una prueba aplicada a los alumnos sobre conocimientos en computación e informática, que se realiza a través de un dispositivo USB conectado a la computadora.
b) Cuestionario complementario de los alumnos: test que releva información sobre el contexto de los estudiantes, la frecuencia con la que usan computadoras y su familiaridad con estas.
c) Cuestionario del profesor: genera información sobre experiencias individuales, valoración y participación de los profesores en la capacitación en el uso de la informática.
d) Un cuestionario del establecimiento: mide distintas variables como la dotación de computadoras en el establecimiento y su utilización para la enseñanza.
e) Estudio de contexto nacional: consiste de un relevamiento a nivel nacional de la educación de Tecnologías de la información y la comunicación (TIC), los recursos informáticos, políticas relacionadas, etc.
El primero de estos instrumentos se compone de un aplicativo cargado en un pendrive, que no permite salir del mismo hasta una vez que termina la evaluación, que tiene un tiempo estimado de una hora. Este test cognitivo apunta a que los alumnos desarrollen sus habilidades en informática y el manejo de tecnologías para resolver las consignas establecidas en el test.
Su estructura está dividida en tres módulos, de los cuales cada alumno deberá responder dos que le son asignados, teniendo una duración aproximada de 30 minutos cada uno. Dentro del aplicativo, los alumnos deberán cumplir con consignas como leer el contenido de una página web e indicar dos razones por las cuales la información que contiene es o no es confiable; modificar afiches digitales tanto desde el mensaje y el diseño para mejorar la instancia comunicativa; y buscar archivos, entre otras cosas más.
Montoya afirma que para una correcta implementación debieron trabajar en varios aspectos de la evaluación de la IEA. En primer lugar, la adaptación de las consignas para que se correspondan con la cultura local, y que no sea una mera traducción, y también en el establecimiento de ciertos criterios de corrección, dado que las preguntas del Estudio implican respuestas abiertas. Para ello, realizaron varias reuniones para capacitar al equipo y así garantizar la fiabilidad de la evaluación. Sobre todo, para poder diferenciar las competencias propiamente digitales y tecnológicas de las disciplinares.
Los demás instrumentos, son de importancia a la hora de conocer cuál es el contexto en el que el estudio se inserta. Según Montoya, en la actualidad las escuelas de gestión pública, a partir de la implementación de las diferentes políticas de inclusión digital educativa, presentan un escenario más homogéneo, sobre todo en cuanto al dispositivo disponible, pero en ámbito privado prima la heterogeneidad, dado que cada establecimiento ha optado por un modelo, de manera que se dificulta la unificación de los criterios referidos al equipamiento.
Para conocer más sobre el marco general del ICILS, hagan clic acá.
La importancia de la evaluación
La evaluación de las políticas públicas es una constante pero más aún en el ámbito educativo. Si bien es un tema de larga data, en el Webinar 2010 realizado por el IIPE-UNESCO se mencionaba la importancia de encontrar nuevas formas de evaluación de los modelos 1 a 1.
”La evaluación de las políticas TIC realizadas es uno de los puntos más débiles en la implementación de políticas públicas en América Latina”, se puede leer en el documento final publicado tras la realización del webinar. En ese marco, y entendiendo que no se trata de una empresa sencilla de llevar adelante, desde el IIPE-UNESCO señalan que se deben buscar los instrumentos de medición que permitan retroalimentar las políticas y así modificar y/o corregir lo que ya realizado lo cual, “dada la complejidad y largo plazo de estas políticas, conlleva el riesgo de que la inversión resulte desperdiciada”.
Además de la prueba ICILS del IEA, existe otra iniciativa que busca dar con los instrumentos que permitan suplir la carencia de retroalimentación de las políticas de inclusión digital en la educación. Microsoft, Intel y Cisco han impulsado un consorcio de universidades denominado Iniciativa para la Medición y Enseñanza de las Competencias Digitales del Siglo XXI (ATC21S).
Desde ATC21S se elaboró un marco básico desde donde se identifican las diez destrezas básicas que componen las “Competencias de Siglo XXI”, organizadas en cuatro grupos (ATC21S, 2010):
Maneras de Pensar
Maneras de Trabajar
Herramientas de Trabajo
Vivir en el Mundo