El pasado jueves 6 de marzo, más de cien docentes participaron del taller gratuito y práctico sobre la enseñanza de Tecnologías, Diseño y Programación (TDP) en el nivel primario, una propuesta organizada por La Clase Digital y el Centro de Innovación Educativa de San Telmo. La actividad, a cargo de Gabriel Marey —especialista en Educación Tecnológica y coautor del diseño curricular de TDP— y Marcelo Cejas —especialista en Robótica Educativa—, ofreció herramientas concretas para abordar este campo desde una perspectiva interdisciplinaria, integrando saberes técnicos y científicos con enfoques pedagógicos innovadores.
El área de TDP propone desarrollar en las infancias habilidades que les permitan comprender, representar y transformar el mundo tecnológico que las rodea. Su enfoque parte del diseño como actividad transformadora, integrando el hacer con la reflexión teórica, y promoviendo un aprendizaje articulado con otras áreas, en línea con el modelo STEAM.
Para seguir profundizando en los aportes del taller y en los fundamentos pedagógicos de esta propuesta, conversamos con Gabriel Marey, quien compartió su mirada sobre los desafíos y oportunidades que plantea la enseñanza de TDP en la escuela primaria.
Sobre Tiza: En tu taller abordaste la integración de Tecnología, Diseño y Programación en el nivel primario. ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los docentes al diseñar propuestas pedagógicas en este marco?
Gabriel Marey: Esta materia es un actualización del espacio curricular de Educación Tecnológica enriqueciendo con nuevos contenidos partiendo de las tecnologías más tradicionales ligadas con los ejes de materiales y energía y los procesos que se venían trabajando, pero incorporando las tecnologías actuales ligadas al diseño de actividades con dispositivos digitales, programación, robótica, hasta inteligencia artificial. El desafío es recuperar algunos contenidos significativos del diseño anterior integrando las tecnologías digitales y la comunicación siempre manteniendo una postura crítica al uso y abuso tecnológico, es decir, que la tecnología empleada tenga un sentido para los humanos que la utilizan.
Sobre Tiza: TDP no se trabaja de manera aislada, sino que puede vincularse con distintas asignaturas como Matemática, Ciencias Naturales o Lengua. ¿Podrías compartir un ejemplo de cómo un proyecto de TDP puede potenciar aprendizajes en otras áreas del currículo?
Gabriel Marey: Esto es una verdad a medias, la asignatura tiene un espacio y profe único que dicta los contenidos propios que permiten comprender el mundo tecnológico que nos rodea. Sin embargo, este currículum propone temas que permiten articular con otras asignaturas transversales o específicas como la educación ambiental y el facilitador de Educación Digital, pero también permite abordar temas varios como los consumos problemáticos o ESI.
Sobre Tiza: La propuesta del taller plantea una evolución en la complejidad de los proyectos, desde circuitos básicos hasta el uso de inteligencia artificial. ¿Cómo impacta esta progresión en la apropiación de los contenidos por parte de los estudiantes y en el desarrollo de sus habilidades tecnológicas?
Gabriel Marey: Paradójicamente, ambos temas se pueden dar con distintos niveles de complejidad. Se puede dar algo de inteligencia artificial en términos de cómo se “programa” un reconocimiento de algunos patrones en el 4to grado, en donde se vieron algunos circuitos. Pero claramente hay una progresión en los aprendizajes. No son lo mismo los programas para controlar un robot en primer ciclo con un simulador o robot “cerrado” que diseñar una actividad que controle un robot en 6to grado, donde se puede crear, por ejemplo, un sistema de riego.
Sobre Tiza: Una de las claves en la enseñanza de esta materia es pensar cómo evaluar el aprendizaje de los estudiantes en proyectos tecnológicos. ¿Qué estrategias o herramientas considerás más efectivas para evaluar tanto el proceso como el resultado de los proyectos en TDP?
Gabriel Marey: Creo que, más allá del proceso, hay contenidos específicos para evaluar el currículum para cada contenido hay un indicador de logro que especifica claramente qué logro visible da cuenta de ciertos aprendizajes. Estos indicadores pueden convertirse en un buen insumo para las grillas de evaluación que debieran elaborar los docentes para tener una mirada de distintos aspectos trabajados.
Sobre Tiza: Más allá del proyecto del semáforo inteligente, mencionaste la posibilidad de seguir ampliando la enseñanza de TDP con nuevas propuestas. ¿Qué estrategias recomendarías a los docentes para seguir profundizando en estos contenidos y acompañar la evolución tecnológica en la educación?
Gabriel Marey: El desafío es grande. Una de las respuestas tiene que ver con armar redes con otros profesores de la región. Los dispositivos tradicionales se están reformando, pero hay mucha bibliografía y recursos para seguir experimentando.