De cara al inicio del nuevo ciclo lectivo, las familias comienzan a organizar sus rutinas en pleno retorno de la presencialidad. En ese marco, existen ciertos cuidados a la hora de pensar las necesidades de la comunidad educativa en general, como es el caso de los niños que sufren de hipoacusia y tienen particularidades que contemplar.
Hay un claro entusiasmo por volver a ver las aulas y reencontrarse, pero también, una gran preocupación por parte de los padres acerca del bienestar de sus hijos y por supuesto de su desempeño académico.
Para los niños que sufren de hipoacusia es de vital importancia que la familia y la comunidad educativa puedan acompañarlos en este proceso y estimular el desarrollo del lenguaje y del aprendizaje, sin perder de vista sus necesidades y particularidades.
En ese sentido, el Dr. Daniel Pérez Gramajo, Jefe de Servicio de ex Castex explica que: “La hipoacusia es una enfermedad que se manifiesta con la pérdida o la disminución de la capacidad de percibir estímulos sonoros, es decir con la disminución de la capacidad auditiva. Es por ello que quienes la padecen escuchan menos que el resto de las personas”.
Más que el tipo de institución educativa a la que asisten los niños que tienen hipoacusia, hay que tener en cuenta la calidad de la experiencia, que tiene que ver con la forma de apoyar su aprendizaje y su participación en la institución.
Por esto, el especialista brinda algunos consejos útiles para que los docentes puedan aplicar en el aula y lograr una mayor inclusión como, por ejemplo, impulsar desde la escuela la concientización sobre la importancia de realizarse estudios de diagnóstico, incluyendo la inmunización contra la rubéola y otras enfermedades prevenibles.
Asimismo, es necesario mejorar la acústica del aula: Se sugiere implementar formas de reducir el ruido, como cerrar puertas y ventanas e incorporar alfombras y cortinas para minimizar la reverberación.
Ante estas situaciones, la ubicación del alumno es central. Lo más cercano posible al docente, donde pueda tener una visión general del aula que también debe estar bien iluminada.
También resulta importante utilizar recursos visuales como esquemas en la pizarra, presentaciones Power Point o dibujos. Es de gran ayuda facilitar material por escrito con anterioridad, ya que el alumno con pérdida auditiva podría presentar dificultad para escuchar y tomar apuntes al mismo tiempo.
Tratar de no dar la espalda al alumno durante una explicación y asegurarse de que haya comprendido las explicaciones e incentivarlo a que pregunte, si tiene dudas, son otros de los consejos, así como también facilitar algunos consejos al resto de los alumnos sobre cómo comunicarse con su compañero, fomentar valores de colaboración y respeto, evitando aquellas conductas de sobreprotección o rechazo, y realizar actividades en parejas o grupos reducidos para facilitar la comunicación del alumno con sus compañeros;
“Los niños que ya padecen esta patología necesitan más atención por parte de los docentes, así como también de otras estrategias pedagógicas que los ayuden a aprender y a poder integrarse. En este sentido, es necesario destacar la importancia de la educación inclusiva. Tal como la define la UNESCO, se trata del proceso de identificar y responder a la diversidad de necesidades de todos los estudiantes, a través de la mayor participación en el aprendizaje, reduciendo la exclusión en la educación”, finaliza el profesional.
Vuelta a clases: Medidas para un retorno cuidado