Todos los 17 de mayo se celebra el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, que se ha convertido en otras palabras en el Día de Internet. ¿Por qué es importante internet para pensar la educación en la actualidad? ¿Cuáles son los desafíos y oportunidades de incorporar esta tecnología en los sistemas educativos a escala global? En esta nota especial de Sobre Tiza, dialogamos con referentes y especialistas para conocer su opinión acerca de cómo el acceso a internet se ha convertido en una herramienta fundamental del derecho a la educación.
Para María Teresa Lugo, Directora de Centro de Investigación Políticas Públicas en Educación, Comunicación y Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), la pandemia puso en evidencia y amplificó brechas y desigualdades preexistentes en materia de acceso a la educación y a las tecnologías digitales. En este escenario, tenemos la oportunidad de abordar los desafíos tecno-pedagógicos del presente para construir un futuro más relevante.
Formación docente: Innovar en el aula con TIC
“Uno de los retos para el diseño e implementación de las políticas digitales en educación es el de construir una economía y una sociedad digital inclusiva. Hoy tenemos la necesidad de pensar a las tecnologías como bienes públicos esenciales que, mediante su aprovechamiento, nos permiten mitigar los efectos de la pandemia. Esto nos invita a prestar atención a los temas de agenda, tales como la equidad de género y el desarrollo de habilidades digitales, pero también a lo que la CEPAL ha denominado “canasta básica digital”, integrada por computadora portátil, un teléfono inteligente y una tablet”, afirmó.
Para Lugo, otro aspecto importante a tener en cuenta es la transformación digital productiva. Es decir, cómo a través de internet se pueden facilitar la creación de empresas emergentes, con base tecnológica, y la incorporación de tecnologías en las diferentes partes de las cadenas de valor.
“Este punto está estrechamente relacionado con la educación, porque implica fortalecer las políticas de formación -sobre todo técnicas- que nos permitan contar con recursos tanto humanos como financieros para impulsar los procesos de transformación digital en cada sector”, destacó.
El desafío de la conectividad
En el marco del Día de Internet, la académica afirmó que para potenciar la cobertura de banda ancha fija y mejorar la velocidad de conexión de la banda ancha móvil, es clave avanzar con diferentes medidas: la reducción -al menos temporal- de los impuestos a las importaciones y a la venta de dispositivos; y el fomento de alianzas público-privadas con proveedores y fabricantes. “Es importante financiar la contratación de servicios de telecomunicaciones y la canasta de dispositivos de acceso en hogares de menores ingresos, por ejemplo, mediante subsidios a la demanda”, explicó.
No obstante, señaló que este tipo de medidas requiere de nuevas regulaciones y reglamentaciones, especialmente para considerar a los bienes digitales como bienes públicos que proporcionen datos e información relevante para la toma de decisiones, pero respetando la privacidad y la confidencialidad de las personas.
Por su parte, Pablo Bongiovanni, Doctor en Educación, señaló que vivimos un momento de la historia en el que el “acceso” es la clave. “Contar con la posibilidad de acceder a Internet es simplemente contar con posibilidades de participación, de socialización y lógicamente de aprendizaje. Si existe alguna política educativa que desconozca esta característica que atraviesa la Educación del Siglo XXI, creo que se debería actuar de manera inmediata para cambiarla”, agregó.
“Deberíamos – continuó – crear políticas que apunten a democratizar el acceso de manera justa. En casi ningún tema en Educación es bueno -desde mi punto de vista- prescribir, pero esta es la excepción. Más y mejor acceso, siempre, no hay otro camino. En algunos casos será necesario comenzar por facilitar la llegada de dispositivos y conectividad, en otros sólo conectividad, y en otros avanzar en el soporte y acompañamiento para el uso seguro, competente y creativo. Es tan importante comprender la diversidad de situaciones como la concientización sobre la relevancia de la dimensión educativa del acceso a Internet”.
Conectividad y aprendizaje
En esta línea, Matías Scovotti, socio fundador de Educabot, afirmó que antes se acudía a una biblioteca o una escuela, como aquellos lugares en el que uno podía consultar a una persona o un material que nos acerque a determinados conocimientos. “Hoy es imposible hablar del conocimiento sin hablar de internet. Por esa razón, es imposible pensar una política educativa que implique aprendizaje para los alumnos, sin tener en cuenta una buena conectividad”, aseguró.
“Una buena forma de incorporar internet en los procesos de enseñanza y aprendizaje es aplicarlo en los espacios de evaluación. Al hacerlo en esa instancia, nos obliga a cambiar los enfoques sobre los aspectos que tendremos en cuenta a la hora de evaluar”, destacó Scovotti.
Aprendé a crear contenidos digitales para tus clases
En este sentido, agregó que nuestras prácticas cotidianas como docentes no están pensadas para resolverse “a libro abierto” y mucho menos por toda la información a la que un estudiante puede acceder teniendo internet. “Nuestras prácticas y evaluaciones van a tener que cambiar con el ingreso de internet en la escuela, pero también la postura y el rol del docente como persona de conocimiento absoluto en el aula”.
Al respecto, Pablo Bongiovanni afirmó que las formas de incorporar Internet en Educación han ido variando en los últimos años, desde la masificación del acceso en los inicios del siglo. “Todos sabemos que el 2020 pateó el tablero, y reinició el juego”, dijo en relación con la irrupción de la pandemia a escala global.
“El año pasado dijo fuerte y claro para todos, sin excepción, que necesitamos Internet como condición para más y mejores aprendizajes, pero no sólo en la Escuela sino y fundamentalmente en casa”, subrayó Bongiovanni.
“Es tan importante que el acceso sea para todos, como que pensemos en las mejores estrategias para que ese acceso sea flexible y adaptable a las situaciones posibles del futuro. Creo que -como dicen muchos- es momento de pensar afuera de la caja, de encontrar modelos de implementación de tecnología adecuados a cada contexto, y en esa búsqueda la accesibilidad a Internet tanto desde el aspecto tecnológico como desde la mirada de las habilidades y competencias necesarias para manejarlo con seguridad, criteriosa y creativamente son básicas para la educación de la ciudadanía digital del Siglo XXI”, agregó.
“Hoy la forma que estamos viendo como positiva, no puede ser comprendida de manera descontextualizada. Es el contexto el que marca cómo deberíamos hacerlo. En contextos de alta disposición de dispositivos y conectividad, el desafío es la formación docente en el uso pedagógico-didáctico y disciplinar de las posibilidades que se abren con Internet. En contextos con baja o nula posibilidad de acceso a dispositivos y conexión, el desafío está en que la Enseñanza y el Aprendizaje no se menosprecien, ni degraden por esta condición. Es tan peligroso cegarse con el pensamiento de que sin Internet no podemos tener una buena enseñanza y aprendizaje, como lo es obnubilarse por sus ´bondades´ como solía decirse en la vieja bibliografía sobre Internet en Educación”, advirtió el Doctor en Educación.
Internet, educación y derechos
Silvia Bacher, periodista especializada en educación y Magister en Comunicación y Cultura, destacó que “el acceso a Internet es un derecho humano básico que en América Latina pone en evidencia la profunda desigualdad que existe en nuestra región”. “La conectividad es esencial en todos los aspectos de la vida. No disponer de este bien en tiempo de pandemia implica, para un alto porcentaje de la población, quedar fuera de la posibilidad de ejercer una ciudadanía plena”, agregó.
No obstante, si bien el Estado es responsable de garantizar el acceso a Internet, para la periodista es la formación de ciudadanos críticos lo que garantiza que éste y otros derechos puedan ser reclamados. En ese sentido, subrayó que, si pensamos el tema desde una perspectiva de derechos a la comunicación y a la educación, vemos que, si bien encontramos iniciativas en la región tales como el Plan Ceibal o la incipiente plataforma Juana Manso, aún existe una gran deuda.
Cursos gratuitos sobre Ciudadanía Digital
“El acceso a Internet tiene que llegar a todos los rincones junto con una fuerte impronta educativa de derechos. Hay acuerdo internacional en que no es exclusivamente el acceso a la Red lo que transforma la vida de las personas (que reitero es un derecho básico), sino una educación -con acceso a redes- que ponga en el centro de la escena a las y los estudiantes, a sus vínculos y que los dispositivos sean oportunidades en las cuales construir aprendizajes significativos”, remarcó Bacher.
En este sentido, María Teresa Lugo, afirmó que, de alguna manera, “pensar una sociedad digital más inclusiva a través internet tiene que ver con proteger los derechos humanos y la capacidad de acción humana”. “Esto implica la revisión de la gobernanza de lo que sucede en internet y para ello es necesario fortalecer la cooperación regional. Si hay algo que demostró la pandemia es que los países necesitan trabajar juntos para responder a los desafíos que estamos enfrentando”.