Cobertura especial de Carolina Allievi
El miércoles 2 de octubre se realizó la 13° Jornada Anual para “Encontrarse en la Diversidad” en el que participaron más de 60 instituciones de educación formal y no formal de la Ciudad y provincia de Buenos Aires. Fue el cierre de un recorrido por distintos espacios e instituciones, en los que se propusieron talleres y encuentros con la intención de promover la reflexión crítica para transformar nuestra realidad.
“La diversidad es algo bueno porque es lo que enriquece a toda la sociedad”, “es entender que el otro es diferente, que piensa y siente distinto y es de otra manera”, “es la variedad de las cosas, que no haya una sola opinión”, “es aceptar al otro tal cual es”, “es compartir con el otro”. Estas fueron algunas de las frases expresadas por las y los jóvenes que participaron de talleres y actividades, en una jornada cuya temática atraviesa todos los ámbitos de sus vidas.
“El objetivo de estos encuentros es ver cómo entre todos comenzamos a construir una sociedad más justa, más igualitaria, donde no discriminemos”, expresó Ariel Dorfman, director general de la Fundación Encontrarse en la Diversidad. “Estas jornadas – agregó – comenzaron luego de que nos preguntáramos qué nos pasaba y qué lógicas veíamos cuando había acciones de discriminación que sufríamos o que ejercíamos hacia otras personas y donde encontrábamos que, en algún punto, había un desafío en la identidad, sobre cómo ser con otros sin dejar de ser quienes somos”.
La jornada se organizó en dos bloques: por la mañana, participaron más de 1200 estudiantes de escuelas secundarias, de gestión estatal y privada; por la tarde, alrededor de 800 jóvenes de las instituciones no formales, entidades deportivas, asociaciones civiles y organizaciones barriales, se sumaron a diferentes actividades. La modalidad de trabajo, para los dos momentos, fue la misma: encontrarse con otros y otras que vienen realizando talleres sobre las temáticas de discriminación, diversidad e identidad, compartir experiencias, preguntas y recorridos para entender todo lo distinto que tenemos en común.
“Este encuentro es el resultado del trabajo que realizamos durante todo el año con las instituciones que se encuentran aquí presentes. Se trabaja desde lo grupal porque para nosotros la trama de la discriminación se desarma y reaprende desde lo grupal. No es una cosa de la víctima sola en su casa resolviendo sino que el grupo tiene que aprender a comportarse distinto, la sociedad tiene que aprender a lidiar de manera diferente”, manifestó Liora Gomel, presidenta de la fundación.
Un camino para reencontrarnos
Encontrarse en la Diversidad nació en 2007 y tiene como meta el ejercicio de la reflexión acerca de los mecanismos de exclusión y de la desigualdad con el objetivo de diseñar en conjunto estrategias que permitan desarmarlos y construir caminos en la dirección de una sociedad plural, enriquecida y potenciada por las diferencias. Es el encuentro sobre discriminación y diversidad para jóvenes más grande del país y, si bien el número de participantes crece año a año, este año superó las expectativas de los organizadores.
El octavo encuentro se desarrolló en el ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Extermino Escuela Mecánica de la Armada (ESMA). En ese sentido, Gomel señaló que “este es un lugar donde se mató por pensar y ser distinto, y nosotros queremos traer vida y apertura y una cosa diferente. Es un gesto político la realización de este encuentro en este lugar”. En la misma línea, Dorfman manifestó que la jornada “se tiene que hacer acá porque es uno de los lugares de desencuentro de Argentina. Donde una identidad significaba morir. Y para nosotros una identidad es un orgullo, cualquiera sea. Nos pareció un gran acto de resistencia”.
La jornada comenzó con la recepción de las y los estudiantes de colegios secundarios en la plaza De la Declaración de los Derechos Humanos. Allí las y los jóvenes se encontraron con una serie de propuestas coordinadas por las organizaciones que participan del encuentro para amenizar la espera de todas las escuelas participantes. Radio abierta para conversar sobre identidad, realización de un collage participativo que representaban la diversidad en la 13ª edición de «Encontrarse19» y jueguitos con la pelota de la mano de Bárbara Roskin fueron algunas de las actividades que se desarrollaron durante la primera parte de la mañana.
La bienvenida estuvo a cargo de Florencia Fisch, coordinadora de la Fundación quien invitó a Dorfman y a Gomel para que dijeran unas palabras sobre lo que se esperaba de la jornada. El Director expresó la importancia que tenía que la realización del encuentro fuese en el Espacio para la Memoria y los Derechos Humanos y les indicó a los jóvenes presentes “ven ese vallado que está allí, eso es una prueba judicial, ya que aún se están buscando las respuestas a lo que sucedió aquí. Se calcula que 5000 personas estuvieron detenidas desaparecidas en la ESMA entre 1976 y 1983, tan sólo por pensar distinto, por ser”.
La mañana continuó con la presentación de “Monólogos para la Diversidad” de la mano de Luciana Faistman y de Fernando Sanjiao, quienes hicieron reír a los jóvenes y que también resultaron disparadores para lo que discutirían luego. Y luego se dio lugar a la realización de catorce talleres simultáneos, siendo los más elegidos por las y los estudiantes: Mujeres que no fueron tapa; ¿Qué te pensás… que estás en la cancha?; ATR (Danza a todo ritmo) y Adolescencias Trans: acceso a derechos. El cierre del primer bloque estuvo a cargo de Danza sin Fronteras y Milo Moya.
El segundo bloque arrancó a las 18 horas. En este caso, la participación era abierta a todas las personas que quisieran compartir juegos, deportes, espectáculos, muestras de arte y mesas de debate para pensar la relación entre medios de comunicación, cultura, deporte, política y diversidad. Elías Locura y Nanutria abrieron la jornada con Monólogos de la Diversidad. Luego se dio paso a la realización de otros doce talleres que, al igual que los de la mañana, se realizaron en simultáneo. El cierre estuvo a cargo del grupo musical “Más que uno”.
La actividad fue declarada de Interés Cultural, Educativo y de Derechos Humanos por unanimidad en la Legislatura Porteña, así como también en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, por ser un espacio que se propone luchar desde la educación contra la xenofobia, el racismo y toda forma de discriminación. Además, la Fundación que organiza este encuentro recibió el Premio a la Innovación Intercultural otorgado por Naciones Unidas y BMW en 2017, siendo la primera organización argentina en percibir esta distinción. Y cuenta con el patrocinio de UNESCO.