Hace mucho tiempo que no se escuchaba a una platea reír tanto como con “Clara”, la obra escrita y dirigida por Sofía Wilhelmi donde nada ni nadie es lo que parece. ¿Qué estamos dispuestos a hacer cuando nos gana la desesperación? ¿Cuáles son los límites que se cruzan en situaciones extremas? Con situaciones descabelladas, absurdas e hilarantes, la obra avanza con ritmo y con diálogos agudos. A través del humor, “Clara” parece reírse de todo y de todos pero al mismo tiempo hace una marcada crítica social. Un ejemplo de que se puede cuestionar y desnaturalizar ciertos sentidos mediante un espectáculo entretenido.
Año 2001. Crisis económica, política y el país desvastado. Un hombre acude desesperado a quien puede ser su última esperanza: un reconocido neurocirujano que podría operar a Clara, su mujer, para quitarle un tumor cerebral. Sin embargo, el profesional se niega a hacer la intervención ya que el hombre en cuestión no cuenta con el dinero suficiente para pagarla. Clara finalmente muere y a partir de acá comenzará una trama que se irá complejizando a medida que pase el tiempo y que mantendrá la atención del espectador hasta el último minuto.
El contexto de crisis post 2000 será la excusa para poner en escena otros temas que siguen teniendo vigencia, 17 años después: la homofobia, la pedantería y soberbia de la medicina, las falsas apariencias, la discriminación, la mezquindad del ser humano y la codicia. Devenidos en secuestradores improvisados, los personajes harán todo lo que esté a su alcance para salir indemnes de una situación que los enfrenta no sólo a sus propios temores sino también a sus miserias más íntimas. La homosexualidad como desviación y como enfermedad (idea que lamentablemente estuvo presente hasta no hace tantos años atrás) aparece tratada con recursos humorísticos que dan cuenta de la construcción estereotipada de estos sentidos que, arraigados en la sociedad, solo provocan la imposibilidad de vivir en libertad. La dramaturgia retoma esas construcciones y, a través del absurdo y de la ironía, logra deconstruirlas y criticarlas.
Entre la comedia negra y el thriller, las acciones transcurren con un ritmo vertiginoso que no da respiro. Wilhelmi logra construir un universo masculino sumamente rico donde los personajes poseen diversas aristas y sorprenden todo el tiempo sin por ello perder verosimilitud. Los cinco actores llevan a cabo un trabajo excepcional, dueños de grandes recursos gestuales, vocales y físicos y destacan Claudio Mattos y Agustín León Pruzzo. El texto, ágil, lleno de gags que remiten a las antiguas comedias de vodevil, constituye una fuerte crítica al ser argentino. La dirección precisa se vislumbra tanto en las actuaciones como en los vínculos entre los personajes. Y por último, la escenografía es un gran acierto de José Escobar. Compuesta por una hilera de placares por donde entran y salen los personajes, funciona como metáfora de la “salida del clóset”. En total, todos los elementos de “Clara” funcionan y se relacionan perfectamente configurando una puesta desopilante, entretenida y fresca pero profunda y crítica, al mismo tiempo.
Ficha técnica
Dramaturgia: Sofia Wilhelmi
Actúan:Claudio Mattos, Javier Pedersoli, Francisco Prim, Agustín León Pruzzo, Ezequiel Tronconi
Vestuario: Marina Claypole
Diseño de espacio:Jose Escobar
Diseño de luces: Diego Becker
Fotografía: Lau Castro
Diseño gráfico: Petre
Asistencia de dirección: Natalia García
Dirección: Sofia Wilhelmi
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960
Viernes, 22.30 y Sábados, 20.00