La Hackatón de Creative Commons y Educación que se realizó en Buenos Aires y Chaco el viernes y sábado pasado, y que continuará este fin de semana en Córdoba, convocó a especialistas, docentes e interesados para debatir acerca del potencial del licenciamiento de materiales educativos que circulan por internet. Durante la primera jornada se discutió acerca del alcance y de las ventajas de estas licencias y en la segunda un equipo de diseñadores, programadores y redactores comenzaron a trabajar en un material que permita ir volcando estos debates en un portal informativo que se va alimentando con las discusiones que se dan alrededor del globo.
Estos encuentros están enmarcados en el proyecto CCToolkits impulsado por Creative Commons en todo el mundo y que busca ofrecer a los usuarios guías acerca de cómo promover el uso de este tipo de licenciamiento, pero también de cuáles son las ventajas según diferentes ámbitos de aplicación. Actualmente, sólo está colgado el material básico sobre CC, pero pronto se irá completando el sitio con las áreas de Educación, Ciencia, Gobierno, Industrias Creativas y Cultura.
Cada una de estas áreas está siendo trabajada en diferentes países y los miembros que participan de los encuentros colaboran tanto aportando ideas, reflexiones y también traduciendo lo que ya se produjo en otros países, con la intención de que el alcance sea cada vez mayor.
¿Profesor pirata?
La afirmación responde a que gran parte de nuestra práctica habitual a la hora de dar clases, o de compartir material con intenciones educativas, no están permitidos por las actuales leyes vigentes de propiedad intelectual y derechos de autor. Los libros de texto que se fotocopian, las películas que vemos en clase pero que no son originales, la música que compartimos con nuestros alumnos descargándola de internet, las imágenes que usamos para nuestras presentaciones, cada pequeña pieza de material multimedial está protegida por los derechos de autor, salvo que esté aclarado que es de uso libre o, como en el caso de Creative Commons, que estén cedidos algunos derechos para su circulación en la web.
Esto quiere decir que los contenidos que subimos a internet a nuestro nombre, por ejemplo una presentación de diapositivas para explicar un determinado tema y que luego colgamos en un blog, slideshare, u otro soporte, está protegida por derechos de autor. Muchas veces subimos material pensando en que otro puede llegar a utilizarlo sin autorización y no nos daríamos cuenta, otras nos negamos porque somos celosos de nuestro trabajo, pero no nos preguntamos cómo podemos proteger nuestro trabajo. Las licencias de CC vienen a ofrecer una respuesta a una pregunta que pocos se hacen a la hora de crear contenidos: ¿tengo que licenciar mis materiales educativos?
Hacernos esta pregunta es también una manera de pensar en el otro, en ese que tal vez navegando y buscando información encuentra nuestros materiales y no sabe si puede usarlos o no. Con CC uno puede establecer ciertos criterios para el licenciamiento que van desde una simple atribución de autoría, hasta la posibilidad de establecer condiciones de uso comercial y de remix de la obra, o del material educativo.
Como explicaba Gino Cingolani Trucco, de CC Argentina, las licencias no se oponen al Copyright que ya conocemos, sino que brinda una apertura diferente. “En lugar de reservar todos los derechos, con CC podemos reservarnos solo algunos, para que ese material circule y pueda ser revisado, modificado, teniendo en cuenta la atribución y las condiciones que estableció el autor”, señaló.
Por otra parte, la instalación de un debate más profundo sobre la posibilidad de licenciar, de proteger, los materiales educativos creados por los docentes, es también una nueva manera fomentar la cultura colaborativa de la que tanto hablamos desde el auge de la web 2.0, las redes sociales y del achicamiento de la brecha de acceso a herramientas informáticas y a internet en general, ese entrecruzamiento entre la cultura escolar y la cultura digital.
Al igual que las producciones de los docentes, las de los alumnos también deberían licenciarse con la intención de atribuirles autoría a sus trabajos originales. Pero en ese caso, también la cuestión de la autoría y la propiedad de las obras debería ser también una cuestión que se tratase dentro de las currículas de diferentes materias, tanto desde Arte, como de Construcción de Ciudadanía.
La posibilidad de ampliar el debate acerca de la propiedad intelectual en la escuela no es una tarea sencilla y justamente nos obliga a replantear ciertas prácticas que asumimos como cotidianas sin preguntarnos si estamos o no violando derechos de otras personas. Esta posibilidad de licencias nuestro material pensando en los usos que puedan darle terceros es también una manera de compartir y sentar las bases para un aprendizaje colaborativo y una red de cooperación entre la comunidad.
Para más información sobre el proyecto CCToolkits, hagan clic acá.
Para más información sobre Creative Commons Argentina, hagan clic acá.
Compartimos la entrevista a Gino Cingolani Trucco realizada por Miguel Macera, del programa Diálogos de RadioSofía.
«Cometemos muchos delitos sin saber…y las licencias nos sacan del lío» by Diálogos En Radiosofía on Mixcloud