Según un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación (OAE), la desigualdad educativa no cede en Argentina. Según datos de septiembre de 2021, entre los sectores de bajos y altos recursos, existe una brecha del 55 % en la terminalidad escolar. También existen altos niveles de segregación entre la escuela pública y privada.
El informe, realizado a partir de la Encuesta Permanente de Hogares, estima que la desigualdad educativa se hace más evidente en el secundario. Además, el sector de la población con más ingresos económicos establece que las personas culminan sus estudios secundarios en proporciones similares a los de los países desarrollados, mientras que en los de bajos ingresos lo logró menos de un tercio.
Asimismo, el documento indica que la segmentación de la sociedad en Argentina tiene muchas dimensiones, una de ellas está asociada a la distribución de ingresos, más específicamente a una desigual distribución de ingresos. De acuerdo al último informe del INDEC, el 30% de los hogares más ricos tiene el 50% de los ingresos, mientras que el 30% de los hogares más pobres tiene el 14% de los ingresos. Este nivel de desigualdad se manifiesta y tiene su correlato con otras dimensiones, como la educativa. Este último punto es importante porque siempre se ha pensado a la educación como igualadora, como el canal que permite balancear oportunidades.
El 58 % de las y los mayores de 25 años terminó la secundaria, indican los datos, pero solo 3 de cada 10 chicos y chicas (el 32 %) de bajos recursos alcanzaron el título, mientras que el número se triplica en el grupo de la población con más recursos, donde 9 de cada 10 (87%) finalizaron la secundaria.
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Esta brecha de desigualdad educativa se traslada luego a los estudios superiores. El 51 % de las y los mayores de 25 años del nivel económico más alto logró completar la universidad (mientras que el 6,5 % realizó estudios de posgrado). Solo el 2,4 % del sector de menos recursos consiguió terminar la universidad y ninguno alcanzó un posgrado.
Las desigualdades también se observaron en la finalización de los estudios primarios. A nivel nacional, el 93 % de las y los mayores de 25 años terminaron la primaria. Sin embargo, hay un 10 % de diferencia entre los sectores de mayores ingresos (donde la primaria se ha universalizado) y los de menores ingresos, donde solo el 89 % completó este nivel educativo.
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Donde estudian los que estudian
Otra de las segmentaciones observadas en la sociedad es entre los que van a la escuela pública y a la privada. La asistencia al sector público o privado según el nivel de ingresos deja en evidencia el alto nivel de segregación socioeconómica en el sistema educativo nacional.
De acuerdo a los datos, el 72.7% de los que asisten a la escuela primaria y secundaria, lo hacen a una escuela pública, aunque con variaciones importantes en la oferta educativa pública y privada, dependiendo de la jurisdicción o el tamaño de la ciudad.
Por ejemplo, en el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), el 50% de la matrícula asiste a escuelas de gestión privada. Las escuelas públicas escolarizan a casi la totalidad de los niños y niñas del decil de menores ingresos (94%), mientras que, en el extremo de los ingresos más altos, casi el 80% de los niños y niñas concurren a escuela privada.
Casi la totalidad de los niños y niñas del decil de menores ingresos, asisten a la escuela primaria pública, mientras que, en el extremo de los ingresos más altos concurre a escuela privada. Además, el 80% de las madres de los estudiantes del sector privado terminaron la secundaria, y de ellas casi el 40% son universitarias. Sin embargo, sólo el 40% de las madres de los niños, niñas y adolescentes que concurren al sector público, culminaron sus estudios obligatorios.