Un espacio vacío, negro, oscuro, despojado. Un lugar que se irá poblando de palabras, de imágenes y de relatos cruzados. Tres mujeres vestidas de forma similar cuentan la misma historia. En la pared trasera, una proyección de pies que caminan, suben y bajan de un colectivo, transitan diferentes calles hasta que se detienen frente a una puerta. Metáfora de la búsqueda, del inicio o, tal vez, de la llegada.
“Yo y el extraño caso de ella” narra la historia de una hija que ayuda a su madre a buscar a la madre biológica de la segunda. Para eso, contarán con la ayuda del detective. Tres mujeres. Tres generaciones: la abuela, la madre y la hija. Pero también la tía, la hermana, el padre y la otra abuela. Así, la dramaturgia de Facundo Zilberberg y la puesta de Daniela Tuvo se basan en el cruce de los personajes y de las identidades. Diferentes voces que relatan la misma historia desde sus propios lugares. El sujeto de la enunciación cambia, muta, se transforma. Hay una disputa por la palabra donde podemos preguntarnos ¿Quién es el que cuenta? ¿A quién le cuenta? ¿A otro? ¿A sí mismo? Tal vez el relato de una historia mil veces repetida sirva para entender, para volver inteligible lo que estuvo en las sombras o para proponer hipótesis sobre lo que se desconoce. La puesta, además, se caracteriza por el cruce de lenguajes donde lo teatral se encuentra con lo audiovisual. Y el texto posee referencias a uno de los más grandes dramaturgos del Siglo XX: Tennesse Williams.
La obra es una historia de búsqueda, un relato cargado de presencias y ausencias, de momentos que se creían olvidados y de encuentros. ¿Quién busca? ¿Qué busca? A veces olvidamos en el camino aquello que estábamos buscando o, en esa búsqueda, nos encontramos a nosotros mismos. Es también la reconstrucción de un recuerdo y la convocatoria a no olvidar. Memoria e identidad se configuran en una relación que las implica mutuamente. Una memoria que se apoya en recuerdos y en la invocación de aromas, sabores y lugares pasados. Una identidad que se construye y que necesita siempre de otro (espejo, reflejo, lienzo) para hacerlo. Pero a veces, cuando aparece la necesidad de buscar la propia identidad, hay que transitar mucho. Finalmente, aquellos pies se detuvieron en el umbral de una puerta ¿Habrán encontrado lo que tanto buscaron?
Ficha técnica:
Dramaturgia: Facundo Zilberberg
Actúan: Victoria Céspedes Mariconda, Felipe Llach, Agostina Maldino, Ani Torre
Vestuario: Joanna Martel
Diseño de luces: Luciana Giacobbe
Edición de video: Florencia Espinosa, Dino Panicelli
Audiovisuales: Florencia Espinosa, Maria Eugenia Gonzalez Choque, María Celeste Jonte
Cámara: Florencia Espinosa, Dino Panicelli
Sonido: Gonzalo Sentana
Fotografía: Florencia Espinosa
Diseño gráfico: Maria Eugenia Gonzalez Choque, Stefani Vicente
Asistencia de dirección: Raul Biagini
Dirección: Daniela Tuvo