Antes estaban unidos por los mismos ideales. Coincidían en las mismas convicciones políticas. Podían pasar horas enteras citando célebres autores y filósofos. Imaginaban juntos una sociedad más igualitaria y luchaban por un futuro mejor. Ese deseo y el deseo por el otro los embriagaba. Así, una jornada de entrega de volantes solía terminar en una tarde de ardor. Militando en el centro de estudiantes, eran felices. Y todos los horizontes eran prometedores.
Ahora, cuando ya no son aquellos jóvenes, esos horizontes se desvanecieron en la rutina y en el cansancio. Los otrora ideales compartidos ya no están y se suman los reproches por no haber sido fiel a las creencias de juventud. Ella lo mira y ya no logra ver a aquel hombre del cual se enamoró. De pronto, el olor a humedad de la habitación de hotel donde viven se hace más fuerte.
Atravesados por la desilusión de saber que el otro ya no es el mismo, esta pareja se enfrenta a la posibilidad de la separación. ¿Cuándo fue que todo dejó de ser perfecto?, se pregunta uno de ellos. Pero ninguno encuentra la respuesta. Saben que ya nada es igual, que ya no logran encontrarse, pero no saben si pueden estar el uno sin el otro. ¿Qué pasa cuando se caen los ideales que alguna vez los unieron? ¿Cómo seguir juntos a pesar de la desilusión de que ya nada es igual? ¿El amor es suficiente para seguir? ¿El hecho de aferrarse a determinadas ideas implica ser fiel a uno mismo? Si las ideas cambian, ¿el amor también? La utopía de los ideales y la utopía del amor para siempre, ¿pueden ir de la mano?
Esos son algunos de los interrogantes que plantea “No sé si puedo dejarte”. Con una apuesta absolutamente minimalista, la puesta se basa en los contrastes entre el vestuario blanco de los actores y el fondo negro del escenario. La iluminación y la guitarra en vivo ayudan a crear ciertos climas que atraviesan los protagonistas. Pero la utilización de algunos recursos de la puesta a veces no termina de quedar clara y esa misma confusión se observa en la temporalidad del texto. El juego coreográfico de algunas escenas puede resultar interesante pero el trabajo actoral a veces queda atrapado en eso. Si bien los actores se encuentran en escena y llegan a emocionarse, faltan los matices y quiebres necesarios para otorgarle verdad al trabajo y emocionar al espectador.
Ficha técnica
Dramaturgia: Gabriel Fernandez Chapo
Actúan: Darío Bonheur, Magalí Zubiri
Músicos: Dario Viggiano
Vestuario: Nikolás Meliqueo
Diseño de espacio: Javier Ahumada
Diseño de luces: Javier Ahumada
Realización de objetos: Pajarito Al Tono
Edición de sonido: Julián Ahumada
Fotografía: Gaspar Bunge, Beto Martínez
Diseño gráfico: Miguel Lascano
Asistencia en Movimiento: Cecilia Campanari
Prensa: OCTAVIA Gestión Cultural y Comunicación
Puesta en escena: Javier Ahumada
Dirección: Javier Ahumada
Teatro El Ópalo
Junín 380
Capital Federal – Buenos Aires – Argentina
Reservas: 49513392
Web: http://elopaloteatro.blogspot.com.ar/
Sábados – 21:00 hs – Hasta el 29/10/2016