“Empezar por los últimos para llegar a todos” fue una de las afirmaciones del ministro de Educación, Nicolás Trotta, durante la entrevista que le realizó Magdalena Fernández Lemos, Directora Ejecutiva de la Fundación Enseñá Por Argentina, en el marco del ciclo “Reflexiones en épocas de pandemia”.
Enseñá Por Argentina trabaja desde el 2009 en contextos de vulnerabilidad social y educativa con el objetivo de contribuir a transformar las aulas y el sistema educativo, para que todos los niños y jóvenes de Argentina desarrollen al máximo sus capacidades y tengan igualdad de oportunidades. Para ello involucra a jóvenes profesionales en las comunidades educativas que más lo necesitan, en una apuesta de colaborar con el trabajo docente del aula y en estrecha relación con los Ministerios de Educación locales.
Trotta, quien participó del ciclo de entrevistas virtuales que lleva adelante la organización, respondió una serie de preguntas para reimaginar la educación, no solo en el contexto del COVID-19, sino también más allá de la pandemia.
El ministro, que anunció que en agosto se retomarán las clases presenciales en algunas escuelas en zonas más pequeñas en cuanto a población, planteó que el desafío más grande de la educación argentina es la desigualdad.
“Cuando hay una crisis social y económica eso repercute en nuestras aulas, en los adultos, en el docente, en la familia y en los alumnos”, afirmó Trotta y añadió: “Cuando crece la pobreza repercute en los derechos básicos de millones de argentinos y eso tiene un efecto en la capacidad de aprendizaje. No aprende lo mismo un chico en sectores medios que jamás se pregunta si ese día va a comer o si a la noche va a tener frío”.
En este sentido, el ministro señaló que “en los sectores populares estas cosas impactan y llegan al aula. Una premisa que tiene que ser clara en la Argentina es que donde hay necesidad tiene que haber más escuela, con más herramientas para enfrentar la desigualdad. Y para eso le tenemos que dar más inversión, más consenso y sostén a lo largo del tiempo”.
Trotta afirmó que la principal responsabilidad que tiene desde el Estado es lograr que la escuela sea la principal herramienta de ruptura de la desigualdad, a través de la construcción de profundos consensos y de sostener y poder desplegar ciertas políticas educativas. Para ello propone un profundo diálogo con todos los actores del sistema educativo y federalizar los objetivos de la escuela en el país.
“La pandemia ha impactado mucho en la situación que transitamos y Argentina va a ser un país más desigual en el corto plazo, como lo va a ser el mundo”, expresó Trotta y agregó: “En un país Latinoamericano como el nuestro, la escuela no solo es un espacio de creación de conocimiento, sino de garantía de acceso a derechos que en el hogar no se garantizan: como el acceso a la alimentación, a la cultura, etc”.
En esta línea, Trotta afirmó que “lo que nos define a nosotros es cómo contenemos la desigualdad y qué vamos a hacer el día que podamos volver a las aulas para abordar esa desigualdad. Hoy la escuela y el rol de los maestros y maestras ha logrado un merecido reconocimiento en esta instancia”. Sin embargo, el ministro describió la importancia de la formación docente como otro eje central del debate de la calidad educativa.
Cuando Magdalena le preguntó sobre los grandes desafíos que tiene nuestro sistema educativo, el ministro no dudó en afirmar que “hay que repensar la escuela secundaria para que logre interpelar a nuestros adolescentes. No solo es imaginar una jornada extendida, sino pensar en una escuela que se vincule al arte, al deporte, al mundo del trabajo para que sea un espacio donde los chicos del siglo XXI tengan una escuela del siglo XXI”.
Sobre el final del encuentro, la Directora de Enseñá Por Argentina, le propuso a Trotta responder el cuestionario “Cortito y al pie”. Frente a la frase “Mi mayor aprendizaje de este contexto es…”, el ministro la completó con “la solidaridad en todo momento y ponerse en el lugar del otro”. Luego, al preguntarle cuál sería su agradecimiento en tiempos de cuarentena, destacó “a los maestros y las maestras por su enorme compromiso y cómo se animan a buscar distintos caminos para generar la continuidad educativa y pedagógica en esta Argentina desigual, aún no teniendo herramientas”.
Además, expresó que el COVID-19 le dejó varias enseñanzas y que el principal concepto que tiene que estar presente cuando reimaginamos la educación es “la igualdad. El gran desafío que tiene nuestra escuela, y nuestra sociedad, es priorizar cada política pública en ese camino. Todos partimos de líneas de largada distintas y hay que reconocer esa desigualdad”.
Para concluir, Trotta expresó su deseo de que “todos tengan los mismos derechos que mis hijos… hijos de universitarios, que se escolarizaron en sala de 2, que nunca pasaron frío, que comen todos los días, que tienen acceso a la cultura, a la lectura, y todos los derechos básicos garantizados. Mis hijos se imaginan yendo a la universidad, después quizás no van, pero lo ven como un espacio propio. No se preguntan: “¿será para mi?”.
“Hay que construir una sociedad que permita que todos tengan al alcance de la mano los mismos derechos, y eso lo garantiza el Estado, no hay soluciones mágicas. Y sabemos que sobrepasar esta situación es una prueba difícil que tenemos que trabajar colectivamente”, finalizó.
Accedé a la entrevista completa acá.