El inicio del ciclo lectivo tendrá algunos cambios importantes en la provincia de Buenos Aires. Tras una serie de reuniones que mantuvieron el gobernador Daniel Scioli con la directora general de cultura y educación, Nora De Lucía, se avanzó en la implementación del Plan Estratégico Educativo 2013, que establece que las escuelas técnicas y agrarias implementen un séptimo año para permitirle a los alumnos realizar prácticas profesionales en empresas y obtener la tecnicatura.
Este séptimo año no es obligatorio, dado que desde sexto año los alumnos obtienen el título de bachiller con orientación técnica, cuya certificación difiere del título de técnico propiamente dicho. Cursando y aprobando el año que ahora se suma los estudiantes podrán obtener el título de técnico, que fue eliminado con la reforma educativa propuesta por la Ley Federal de Educación, que durante años desmanteló la educación técnica de nuestro país.
Básicamente, el séptimo año servirá para que los alumnos realicen “prácticas profesionalizantes” en empresas y en la escuela. Para ello deberán aplicar los conocimientos adquiridos en los 6 primeros años, con el objetivo de relacionarse con el ámbito del trabajo y salir a la cancha, una vez obtenido el título de técnico, con la experiencia necesaria para no toparse con un mundo desconocido.
Si bien no se estableció la obligatoriedad de este año, desde el Gobierno bonaerense confían en que gran parte del estudiantado seguirá sus estudios para obtener la tecnicatura y adquirir experiencia en el ámbito laboral.
Por otra parte, los funcionarios afirmaron que esta modalidad se adoptará hasta el 2016, año en el que, según explicó Carlos Gianella, subsecretario de Educación de la provincia, la ley nacional estipula que el único título que se otorgará será el de técnico, para lo cual sí es imprescindible realizar las prácticas profesionalizantes.
La medida, que comenzará a implementarse en la provincia de Buenos Aires, alcanza a las 248 escuelas técnicas y a las 112 agrarias, se estima que serán más de 12.500 los alumnos que inaugurarán esta experiencia. Gianella indicó a El Día que se pretende que el séptimo sea un año durante el cual el alumno consolide los conocimientos adquiridos mediante su aplicación, y que de ese modo conozca desde adentro el sistema de producción de bienes y servicios. “No se trata de pasantías, sino de prácticas con carácter educativo”, subrayó.
Los estudiantes tendrán una carga horaria de 30 horas semanales, que se dividirán en prácticas y también en materias curriculares, en las que se trabajará por proyecto, donde deberán exponer lo que hicieron en la empresa, expresar sus dudas y obtener orientación del profesor. Para ello, los convenios entre escuelas y empresas establecen que el docente que se encargará de evaluar al alumno podrá ingresar a sus instalaciones. “Y podrá hacerlo en cualquier momento y sin que el chico sepa que es el supervisor, con el fin de que la evaluación sea espontánea”, explicó el director del industrial Albert Thomas, Jorge Mattia.
La DGCyE firmó convenios con universidades como por ejemplo la Tecnológica Nacional (UTN) y con las facultades de ingeniería, ya que las prácticas se podrán hacer en ese ámbito. “Si bien al obtener el título de bachiller al finalizar 6° año el alumno podrá iniciar el 7° en la escuela y al mismo tiempo la carrera universitaria que quiera, se hará especial hincapié en las ingenierías porque el país necesita de esos profesionales para ampliar su competitividad”, sostuvo el funcionario.
Por último, Gianella afirmó que este será un año de aprendizaje para todos. “La escuela técnica tiene mística, hay que terminar de recuperarla para que contagie al resto”.