En el marco de la Feria del Libro de Fráncfort, que este año tuvo como premisa «La enseñanza del futuro es interactiva«, fue presentada la primera Aula 3D, “cyber-aula”.
En el stand, que por cierto se encontró siempre lleno de niños con anteojos 3D, tres grandes pantallas dieron vida a un fenómeno que llegó para cambiar los procesos de enseñanza – aprendizaje, y que tuvo mucha aceptación entre los alumnos, docentes y personas en general allí presentes.
De acuerdo con los responsables del proyecto, el Aula 3D está estructurada con un horario escolar de clases y 70 módulos de enseñanza en diversas materias. Sumergidos en un mundo de objetos flotantes e interactivos, los niños aprenden el funcionamiento del sistema circulatorio, estudian de cerca el «David» de Miguel Ángel o siguen a una partícula por el acelerador europeo CERN.
Los organizadores de la cita editorial más importante del mundo, donde, dicho sea de paso, la tecnología gana cada vez más espacio al libro, destacaron que “la clase unidireccional y frontal es el ayer. La enseñanza del futuro es interactiva. Un aula que habla a todos los sentidos, que enseña y asombra, que transmite ciencia y técnica de forma divertida».
El director de la exposición, Jürgen Boos, mencionó que este proyecto, realizado en colaboración con las compañías Evonik Industries, VS y Visenso, se integra en la tradición y la aspiración de la Feria del Libro de Fráncfort de recoger corrientes sociopolíticas actuales y promover la discusión sobre temas del futuro.
Uno de los aspectos que planteó muchas dudas para los directivos de las escuelas presentes fue el económico. Aunque se espera que en el corto plazo los valores disminuzcan, cada una de las pantallas que conforman el aula 3D cuesta, aproximadamente, unos 15.000 euros (19.000 dólares).