Estudiantes secundarios se proponen combatir la corrupción en la Argentina

La Fundación Contemporánea, cuya misión principal es la formación de una nueva dirigencia política para la Argentina, realizó un encuentro virtual titulado “Corrupción: de la protesta a las reformas”, del que participaron delegados estudiantiles de escuelas secundarias. 

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La Fundación Contemporánea, cuya misión principal es la formación de una nueva dirigencia política para la Argentina, realizó un encuentro virtual titulado “Corrupción: de la protesta a las reformas”, del que participaron delegados estudiantiles de escuelas secundarias.

Esta actividad estuvo enmarcada dentro del Programa “Democrathon”, un concurso en el que adolescentes y jóvenes de todo el país participan de espacios de intercambio y formación con el objetivo de crear proyectos innovadores para fortalecer la democracia en la Argentina.

La colaboración entre el IRI y Fundación Contemporánea en los Democrathons ha sido muy fructífera.  Hasta ahora, hemos alcanzado a más de 500 jóvenes en toda Argentina, incluyendo Mendoza, Ciudad de Buenos Aires y Córdoba, y juntos hemos trabajado para fomentar ideas creativas sobre cómo pueden luchar contra la corrupción”, afirmó Jennifer Schreider, Program Manager, Latin America & the Caribbean del International Republican Institute.

Por su parte, Santiago Fraga, Director del Programa Democrathon, subrayó que la asociación entre el IRI y Fundación Contemporánea ha sido fundamental para promover los esfuerzos de anticorrupción en Argentina. “Las dos organizaciones están trabajando juntas para empoderar a la juventud argentina para crear soluciones concretas en sus propias luchas contra la corrupción”.

En esta ocasión, el expositor fue Eguiar Lizundia, Senior Governance Manager del International Republican Institute (IRI). Lizundia compartió con estudiantes secundarios su visión y propuestas para combatir la corrupción, a partir de su vasta experiencia en los sectores público, privado y sin fines de lucro.

Al inicio de su charla, señaló que existen diferentes escalas en materia de corrupción:

  • La gran corrupción o corrupción política, que involucra a los poseedores del poder y grandes cantidades de recursos.
  • La corrupción menor o administrativa, que se refiere al abuso diario por parte de funcionarios públicos de nivel bajo a medio.

En su charla, Lizundia señaló que promover esquemas de gobierno abierto es fundamental para para combatir la corrupción, debido a que ofrecen mayor transparencia, participación ciudadana y colaboración entre el gobierno y los ciudadanos. Según su análisis de los datos disponibles, se observa que existe una correlación entre el desarrollo económico y el control la corrupción, lo que deriva en que la corrupción contribuya a la crisis democrática. En este escenario, gran parte de los esfuerzos anticorrupción están estancados.

Luego, compartió con los estudiantes diferentes herramientas para combatir la corrupción. En el caso de los representantes electos, mencionó la importancia de que se respeten las normas de ética y códigos de conducta, que se favorezcan la transparencia y las leyes de acceso a la información, que se definan y respeten las medidas de prevención de conflictos de intereses, y que se revise la contratación pública y salvaguardias de adjudicación de proyectos, entre otras.

En cuanto al rol de las organizaciones y activistas sin fines de lucro, remarcó la importancia de que sean generadoras de herramientas para denunciar casos de corrupción y de análisis de los datos enumerados en los portales de transparencia, especialmente con respecto a la contratación pública. Además, cumplir un rol de monitoreo social, a través de herramientas de supervisión y de participación, tales como el periodismo ciudadano o campañas de sensibilización.

Por último, el rol activo de los ciudadanos es clave para sostener cada una de estas propuestas. Lizundia afirmó que no se trata sólo de denunciar irregularidades, sino además de mantenerse alerta, consultar los portales de transparencia, realizar las solicitudes para acceder a información pública, utilizar sitios de supervisión parlamentaria y, sobre todo, participar con responsabilidad de las instancias de elección de nuestros representantes.

“Ha sido una alegría empoderar a los jóvenes a medida que desarrollan ideas, y sirve como recordatorio de que la democracia fomenta la participación ciudadana en todos los temas, independientemente de la edad”, afirmó Schreider.

Trabajar con tantos jóvenes de tantas partes del país, en un contexto complejo y ver en ellos el compromiso en el desarrollo de sus ideas y la necesidad de involucrarse en nuestra democracia, fue para el IRI y para Fundación Contemporánea el verdadero éxito de este programa”, concluyó Macarena Fehleisen, Directora Ejecutiva de Fundación Contemporánea.

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