Si algo nos dejó en claro la teoría de la evolución de Darwin es que no importa qué tantas diferencias podamos encontrar entre nosotros y los animales, aun así somos parientes y compartimos varias costumbres. Pasamos por las mismas fases de la vida pero la más decisiva es el paso a la adultez, donde la cría deja el nido y es obligada a arreglárselas por su cuenta en un mundo desconocido y salvaje. Raw (2016), el film franco-belga, relata el inicio Justine (Garance Marillier), una joven vegetariana, en una escuela de veterinaria donde, tras el rito de iniciación, comenzarán a aflorar en ella varias necesidades, en especial, de carne humana.
Escrita y dirigida por la francesa Julia Ducournau, la película sirve como una exagerada e impactante metáfora de lo que es crecer lejos de nuestros padres, mostrando cómo la protagonista evoluciona en un ambiente nuevo y más hostil que la lleva a experimentar su ansiedad, sus deseos sexuales y el canibalismo, como una forma de rebeldía ante al vegetarianismo y cuidado infundido por sus padres.
Con lo dicho, parecería que estamos hablando de una típica coming-of-age pero con un bizarro giro. La razón por la que Raw realmente se destaca es porque hace honor a su nombre, es muy cruda. Aunque el espectador tenga una idea de lo que va a ver, la película lo toma por sorpresa con sus grotescas y explícitas escenas (y las que muestran canibalismo no son exactamente las más terribles). Si no nos creen, con solamente googlear el nombre de la cinta, verán que durante su proyección en el Festival Internacional de Toronto 2016, varios de los espectadores se desmayaron o tuvieron que dejar la sala.
Respecto a las actuaciones, Garance Marillier hace un excelente trabajo en cuanto a la transformación de su personaje, al igual que Ella Rumpf, quien interpreta a Alexia, la hermana de la protagonista y también la antagonista de la historia. Se nota una gran determinación a lo largo de la película, además de mucho estómago para llevar a cabo varias escenas.
Para concluir, Raw es una interesante película que aborda desde un punto más morboso el trayecto que hacemos hacia la adultez y los pecados familiares. Vale la pena verla varias veces para analizarla, siempre y cuando no te baje la presión o te surjan tendencias caníbales.
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