José María Galván Casas, sacerdote y profesor de Teología Moral en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz y de Teología de la Comunicación en la Universidad Pontificia Gregoriana, en Roma, Italia, visitó Argentina para asistir al Congreso Mundial Ingeniería 2010 que se realizó a mediados de octubre en las instalaciones del Predio Ferial La Rural, ubicado en el barrio porteño de Palermo.
En diálogo con Caminando sobre tiza, afirmó que el nacimiento de la ingeniería está unido al de la ética, y que lo importante es la técnica vuelva a ser una clave de esperanza para la Humanidad, “de eso es lo que se encarga la Tecnoética”, dijo.
Según Galván Casas, desde el mito de Prometeo se plantea que la técnica es la forma de llevar el poder de los dioses al Hombre, para que pueda adquirir sabiduría. Pero además también se debe que heredar la Justicia, porque la técnica por sí sola podría llevar al Hombre a la guerra.
“Lo más terrible que le puede pasar a la tecnoética es que se transforme en una tercera ciencia, cuando en realidad es una forma de que los tecnólogos se comporten éticamente. Eso se logra de forma interdisciplinaria”. |
“Hay un proceso que empieza con el racionalismo que ha llegado a una especie de separación entre el ser del Hombre y de su capacidad técnica. En el siglo XX esto creció de forma exponencial y creó una situación en la modernidad en la que la ciencia ocupó el lugar de dirección del Ser Humano. Esto generó que tecnólogo dejara su influencia ética a un lado. Necesitamos que la técnica vuelva a ser una clave de esperanza para la Humanidad, y de eso es lo que se encarga la Tecnoética”, afirmó el sacerdote.
Por otra parte, señaló que son pocos los que creen que la técnica es éticamente neutra. “Lo que a veces me preocupa un poco, y que he visto en el Congreso Mundial Ingeniería 2010, es que esta preocupación quizás no tenga suficiente fundamento antropológico. Hay que ocuparse de los asuntos importantes que vinculan a la ingeniería con el desarrollo sustentable, pero no hay que olvidarse que no es sólo una lista de prioridades, sino que el ingeniero tiene que realmente llegar al Ser de las personas y su acción tiene que servir para que el Hombre incremente su Humanidad».