En el marco del módulo Innovando en el aula de la propuesta de formación docente de Fundación Telefónica Movistar, se presentó ayer el libro «Clases fuera de serie», una compilación de trabajos, compilados por la doctora en educación Mariana Maggio, sobre el potencial pedagógico de esos objetos culturales. La publicación digital es resultado del trabajo colaborativo de 67 autores y autoras que cursaron el seminario “Narrativas de la ficción televisiva” de la Maestría en Tecnología Educativa de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y está disponible para ser descargado gratuitamente.
Desde hace ya varios años, las series de televisión ocupan un lugar cada vez más importante en la vida de las personas y se han convertido en objetos no solo de consumo cultural sino también de debates, reflexiones y producciones transmedia por parte de los fans. En el transcurso de pocas décadas propusieron diferentes formas de consumo y una complejidad narrativa que nos exigió interactuar con otros millones de televidentes para comprenderlas. Así ganaron relevancia como una de las tendencias de esta época, con una fuerza que se expande en las formas de aislamiento que nos exige la vida en pandemia.
Las prácticas educativas, por su parte, suelen tomarse más tiempo para actualizarse al ritmo acelerado de las tendencias culturales. Y aquí es donde las series de televisión pueden ofrecer una interesante inspiración. Se trata ahora de identificar las operaciones de sentido que proponen como camino para diseñar propuestas didácticas que -superando las secuencias lineales clásicas- se actualicen dando cuenta de los modos contemporáneos del conocer.
La presentación del libro se realizó con un evento virtual que contó con la participación de algunos de los coautores. En esta oportunidad, Mariana Maggio planteó que ante la complejidad del momento que estamos atravesando por la pandemia, con los edificios escolares parcialmente cerrados, el colectivo autor encontró en el trabajo colaborativo la «fuerza antidistópica» para hacer que el aula estalle de ideas y creatividad.
En esta línea, María Pía Ferreyra, una de las coautoras, subrayó el gran trabajo de escritura en equipo y de investigación colectiva que se valió de todas las plataformas y medios digitales para llevarse a cabo. A su turno, Maximiliano Peret, otro de los coautores, manifestó que el libro «es una demostración de que realmente se puede cuando hay un grupo que tracciona y que tiene objetivos claros». Por su parte, la editora María Laura Costilla explicó que uno de los desafíos era respetar la polifonía de voces y afirmó que «Clases fuera de serie no es un libro, es una propuesta cultural, es una invitación para mirar las series en clave educativa.»
Al finalizar, Maggio sostuvo que esta publicación demuestra la fuerza que tiene la enseñanza cuando va más allá de lo establecido y remarca la potencialidad implícita en este trabajo. El hecho de que 67 autores y autoras se hayan puesto de acuerdo en hacer esta construcción, «puede ser un camino para ampliar y traer gente que, en el medio de este lío, puede pensar con esperanza y pueda sentir que es posible mejorar la práctica de la enseñanza para mejorar el mundo.»
De la pantalla al aula
El libro se inicia con la pregunta: ¿por qué las series de televisión son una fuente de inspiración para reinventar las prácticas de la enseñanza? A partir de ubicar el hito que marcó Lost, plantea que no hay un único recorrido posible para contar una historia, ni en una serie de televisión ni en clase.
Los análisis fueron construidos por sesenta y siete especialistas en tecnología educativa que abordaron el estudio de las series en un proceso colectivo de co-creación que fue llevado adelante en el marco de la Maestría en Tecnología Educativa de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. El propósito fue encontrar lo poderoso en cada una de las series de televisión cuidadosamente seleccionadas, aquello que puede ofrecer un puente de inspiración para diseñar prácticas de enseñanza contemporáneas, variadas propuestas de trabajo y orientaciones dirigidas a la comunidad docente.
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A partir de allí, las páginas proponen un recorrido por diez series. Entre otras, Mad Men sirve para pensar en la reconstrucción de un contexto histórico y llama la atención sobre los procesos de simplificación que tantas veces ocurren en clase y dan lugar a comprensiones pobres. Por su parte, The Simpson subraya esa escuela que pierde sentido cuando profundiza sus dimensiones clásicas, en lugar de reconocer los desafíos diversos que plantean sus estudiantes. En tanto, Community formula búsquedas experimentales en el modo de narrar que se convierten en ejemplo de todo lo posible cuando se interpela la tradición heredada. Por otro lado, series como Dark, Muñeca rusa y Tales from the Loop tensan la dimensión temporal a través de construcciones complejas que nos permiten viajar en el tiempo pero, fundamentalmente, aprender a reconocer que nunca hay un único camino para hacer las cosas.
En un momento tan difícil de la historia, el colectivo autor del libro sostiene que es posible generar prácticas cargadas de desafíos cognitivos que lleven a una gran diversidad de estudiantes a desear estar en clase. Y creer que cada una de ellas puede ser una aventura emocionante de la que emerjan transformados.
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