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Hoy es el Día de la Internet Segura. ¿Por qué es importante que exista? Porque nos invita a concientizar sobre un uso seguro y positivo de las tecnologías digitales, especialmente entre niños, niñas y jóvenes. La exposición a las pantallas y a servicios digitales es cada vez mayor, es por eso que en este día invitamos a nuestros lectores a reflexionar acerca de sus prácticas en internet y también sobre cómo cuidar a los más chicos.

Veinte años después de la masificación de internet esta plataforma ha dejado de ser concebida solo como una herramienta de inclusión. Hoy genera y amplifica nuevas formas de poder y control: vigilancia, influencia y manipulación, extorsión, pérdida del autocontrol o sobrecarga cognitiva. Ignorar estos temas establece nuevas brechas digitales.

Vivimos una suerte de feudalismo digital en el que unos pocos administran los datos y una gran población los entrega sin recibir una compensación económica. La concentración del poder digital en unas pocas compañías (Google, Facebook, Amazon, Apple o Microsoft) no solamente está generando nuevas formas de poder y control que exacerban las ya existentes, sino que además crea nuevas formas de exclusión y periferia”.

Así inicia el libro “Acepto las condiciones” de Cristóbal Cobo, que nos invita a pensar en que, si bien no hay que satanizar a las tecnologías, debemos tener ciertos recaudos.

En este sentido, Gabriel Zurdo, CEO de BTR Consulting, Especialista en Ciberseguridad, Riesgo Tecnológico y de Negocios, señaló que, en tiempos de aislamiento, cuando estamos más conectados que nunca, crecieron nuestras operaciones online a la par de las estafas.

Desde nuestro monitoreo detectamos que los ciberdelitos aumentaron exponencialmente desde el comienzo de la pandemia; los ataques informáticos crecieron en al menos un 70%, más que las medidas de seguridad. Los dominios falsos crecieron un 22%. Hay más de 130 nuevas modalidades de estafas y el “phishing” es el tipo de ciberataque más frecuente, representando el 45% de los delitos online”, destacó.

A la vez, se disparó la exposición de los datos personales: “Las plataformas de redes sociales, teletrabajo, home office y las decenas de apps que descargamos en nuestros smartphones, herramientas que se vuelven aparentemente necesarias para sobrevivir en cuarentena, se convirtieron en una mina de oro para los cibercriminales y estafadores. La “nube” y los servicios de infraestructura y conectividad no están siendo acompañados en todos los casos por la cobertura de vulnerabilidades o debilidades de control, lo que está afectando a usuarios que abarcan personas, empresas o gobiernos”.

Según el CEO hoy los ciberdelincuentes se concentran en 4 frentes principales de ataque: las operaciones de homebanking, e-commerce, el teletrabajo y nuestros hijos. “Debemos ser conscientes de nuestras decisiones ya que en redes somos los mismos usuarios quienes proveemos información sobre nuestra identidad, conductas, apetencias, etc. Para evitar estafas, primeramente, descarguemos y actualicemos nuestro antivirus. Pero, sobre todo, ejercitemos nuestro comportamiento digital, seamos escépticos y tengamos autodisciplina”, afirmó.

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Google presentó los resultados de un relevamiento entre madres y padres que muestra el cambio de hábito que atravesaron las familias en Argentina, como resultado de las políticas de distanciamiento durante 2020. El relevamiento develó también cuáles son los riesgos y amenazas de la web que más les preocupa y cuáles fueron a los que se vieron expuestos los niños y niñas, teniendo en cuenta que por la pandemia tuvieron un mayor contacto con dispositivos conectados a Internet para realizar actividades educativas y recreativas.

Tres consejos de Google para cuidar a los más chicos en internet

Cambio de hábitos

Uno de los principales cambios e impactos que generó la pandemia del COVID-19, fue lo que ocurrió en el ámbito educativo: las aulas físicas se transformaron en clases virtuales y, por lo tanto, la forma de interactuar con sus docentes y compañeros se transformó. En Argentina, un 87% de padres y madres dieron cuenta de que sus hijas/os se tuvieron que adaptar a un modelo de educación 100% virtual. Esto llevó a que un 85% de los padres y madres en Argentina afirmen que les permiten pasar más tiempo en Internet a sus hijos e hijas por razones educativas (cifra similar a lo que sucede en Brasil, Colombia y México).

Al preguntarles sobre qué tipo de controles llevan adelante para moderar el uso de Internet, el 81% indicó que previo a la pandemia ya tenían reglas sobre el tiempo que sus hijos e hijas pasaban conectados a dispositivos móviles. Sin embargo, a lo largo del año, optaron por cambiarlas con el fin de permitirles interactuar con sus amigos y familia. Así es que un 73% de las familias ahora permiten que sus hijos e hijas pasen más tiempo en Internet para entretenerse y “reunirse” socialmente.

Principales riesgos y problemas en Internet

Con los niños y las niñas más presentes en el mundo online, también se generó una mayor preocupación sobre los posibles riesgos a los que se enfrentan cuando navegan en Internet. En Argentina -al igual que en el resto de Latinoamérica-, el grooming online es el tema que más le preocupa a las familias, seguido por la exposición a contenido inapropiado, la privacidad y el ciberbullying.

Además, al preguntarles a los padres y las madres en Argentina cuál fue el problema que más experimentaron los niños y niñas desde que empezó la pandemia, el 60% afirmó que fue la exposición al contenido inapropiado y un 49% que fue la sobreexposición en redes sociales. Ambas cifras fueron las más altas comparadas con el resto de los países de Latinoamérica. En tercer lugar, aparece la atención no deseada, es decir, mensajes de extraños, como otro problema experimentado durante el 2020.

La acción de los padres

Al indagar sobre qué hicieron las madres y los padres argentinos para ayudar a abordar estas cuestiones, el 45.8% afirma que hablan con sus hijos sobre la seguridad en Internet y el 34.1% también buscan en la web información sobre el tema. Un 13% habla con los docentes de sus chicos sobre estas problemáticas y un 3.8% decide asistir a talleres. Por su parte, el 3.2% declaró que aún no ha hecho nada para abordar esta preocupación. Sin embargo, según el estudio, 8 de cada 10 padres y madres en Argentina se sienten confiados de que sus hijos e hijas acudirán a ellos en caso de tener problemas de seguridad en línea.

Infografia-Argentina

Nuevos acuerdos

Desde Avast afirmaron que el 70% de las familias estuvo de acuerdo en que Internet ha acelerado las conversaciones con los niños sobre el sexo. La compañía encontró que el 88% de los padres cita la exposición involuntaria al material para adultos como una de sus mayores preocupaciones acerca del uso de Internet por parte de sus hijos. Casi 7 de cada 10 (71%) de los niños que admitieron tener malas experiencias en línea durante el encierro, dicen que estuvieron expuestos a contenido ofensivo, grosero y para adultos.

El 54% de las familias a nivel global ha tenido conversaciones con sus hijos sobre el sexo cuando su hijo tenía 10 años o menos. Al mismo tiempo, sólo un tercio de los padres (33%) dijo que habían planeado tener esta conversación con sus hijos a esta edad.

La mayoría de los padres también se preocupa por que sus hijos visiten sitios web inadecuados sin su permiso (72%), que estén expuestos o participen en sexting (41%), y que accedan a contenido para adultos en línea (48%).

«Está claro que entre más tiempo se pase dentro de la casa y en línea, más está aumentando la velocidad a la que los niños están expuestos a material inapropiado y adulto. Aunque, a partir de los hallazgos de Avast, es positivo entender que los padres están teniendo conversaciones francas con sus hijos sobre el sexo y las relaciones, al mismo tiempo. Al abordar las conversaciones con los niños, es importante comenzar por entender lo que ya saben. Dé a sus hijos los hechos y corrija cualquier desinformación que hayan encontrado allí y luego, si un niño está expuesto a contenido para adultos en línea y esto plantea preguntas, es realmente útil que los padres estén preparados y relajados cuando tienen estas conversaciones importantes con sus hijos, y sobre todo que se sientan seguros de responder a sus preguntas honesta y abiertamente», afirmó Sue Atkins, experta en crianza del Reino Unido.

Civismo digital

Otra de las preocupaciones que aumentó en el contexto de pandemia fue el ciberbullying. Según el del Índice de Civismo Digital de Microsoft 4 de cada 10 argentinos estuvo involucrado en episodios de acoso online. Durante los meses de aislamiento, el 13% de los adultos dijo haber sufrido algún tipo de acoso mientras trabajaba de forma remota.

El índice se basa en una encuesta realizada para medir las actitudes y percepciones de los adolescentes (de 13 a 17 años) y adultos (de 18 a 74 años) en 32 países sobre el estado de la civilidad digital en la actualidad. Cuanto menor sea la lectura del índice (en una escala de cero a 100), menor será la exposición al riesgo de los encuestados y mayor el nivel percibido de cortesía en línea entre las personas en ese país. En Argentina participaron 500 personas, mitad adultos y mitad adolescentes.

El objetivo de esta encuesta es generar conciencia sobre los riesgos que como usuarios enfrentamos en Internet, y al mismo tiempo promover herramientas que nos permitan convivir en un ambiente digital seguro. La idea es que las personas puedan protegerse y mejorar sus prácticas online. Queremos compartir lo que estamos aprendiendo para que como sociedad comprendamos que las acciones de empatía, respeto y colaboración tienen un impacto positivo y preventivo frente a conductas riesgosas en el mundo virtual”, dijo Jimena Mora, directora regional de propiedad Intelectual y seguridad digital en Microsoft.

El dato preocupante es que los riesgos más comunes están en sus máximos históricos. El 38% de las personas afirmó que fue víctima de algún tipo de engaño, estafa o fraude en internet (este porcentaje se incrementó un 7% desde 2017); el 22% recibió discursos de odio (1% más que desde 2017) y el 21% fue blanco de algún tipo de discriminación (4% más que en 2017). El 46% de las fuentes de los riesgos provienen de extraños y el 64% de personas conocidas. El 12% afirmó haber vivido alguno de estos riesgos la última semana.

Los Millennials y la Generación Z fueron quienes más acoso sufrieron. El 48% de los Millennials y el 45% de la generación Z manifestó haber recibido bullying, mientras que de la Generación X solo el 29% afirmó haber sido blanco de algún tipo de acoso y el 39% de los Baby Boomers. Otro dato que llama la atención es que el 13% de los adultos dijo haber sufrido algún tipo de acoso mientras trabajaban de forma remota.

Retomando a Cristóbal Cobo, sabemos que en contextos de abundancia tecnológica las formas tradicionales de poder se amplifican y diversifican:

Las tecnologías no son neutras frente a temas como género, etnia, estatus, origen, etc. En este sentido, la gratuidad no existe. En la internet actual, la gratuidad ha evolucionado hacia un complejo sistema de subsidios de servicios a cambio de la explotación de datos que está generando profundas asimetrías y nuevas formas de dependencia y de abusos. Las tecnologías se han convertido en herramientas prácticamente irresistibles que van acompañadas de diseños y funcionalidades y que producen efectos e impactos no necesariamente deseables para los usuarios”.

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