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La pandemia de COVID-19 aceleró iniciativas y el uso de tecnologías en todos los sectores, donde la educación no es la excepción. Siguiendo con el concepto de “aula inteligente”, implementado el año pasado, el IAE Business School en alianza con Practia, consultora especializada en transformación digital, decidió llevar la computación cognitiva a la educación a distancia a partir de la incorporación de un robot que participa de las clases virtuales y puede generar indicadores generales de interacción del grupo de alumnos con el contenido de la clase.

“La cuarentena nos encontró con años de entrenamiento tanto en el trabajo remoto como en la educación a distancia, y todos nuestros posgrados y programas fueron convertidos a esta modalidad, aprovechando al máximo los recursos pedagógicos y tecnológicos disponibles. En el caso de la utilización de inteligencia artificial en nuestras clases, se trata de una herramienta que veníamos testeando desde el año pasado de manera presencial y pudimos ´recrearla´ para el nuevo formato y circunstancias, sabiendo desde el vamos que el mayor uso estaba dado en educación online. Este desarrollo en particular, nos permite empatizar mejor con los alumnos, que hoy están ocultos al profesor, y esta empatía acelera a su vez el conocimiento mutuo, permitiendo mayor personalización de la educación. La herramienta humaniza el frío de la distancia digital y facilita el encuentro en el ámbito virtual”. Así describió las ventajas del sistema Roberto Vassolo, profesor del IAE Business School que llevó adelante la clase durante la cual se probó el sistema.

El robot, un software que permite tomar las imágenes que se transmiten desde cada una de las cámaras de los participantes y procesarlas en la nube mediante inteligencia artificial, elabora indicadores a partir de los rasgos que reflejan las emociones de los asistentes durante la clase. El resultado de esto es disponer de estos parámetros en tiempo real para mejorar la experiencia de todo el grupo, de manera de generar clases con mayor nivel de participación de los alumnos, sostener la curva de atención y manteniendo la conexión humana que generan las clases presenciales, pero en formato online. De esta manera, el profesor puede ir monitorear el clima emocional del aula tal como lo hace en una clase presencial y variar los tonos, las emocionalidades y los contenidos en función de esos indicadores.

Una de las premisas con que fue diseñada la solución fue la protección de los datos personales de los asistentes. En este sentido, el algoritmo inteligente únicamente produce informes estadísticos sobre las emociones y sensaciones del total de la clase, que se muestran al docente por medio de una escala de colores que indican la situación general de su aula virtual.

Ejemplo del informe que produce el software

«La regulación de la atención y la tensión de los alumnos durante la discusión de los temas es esencial para una educación de calidad y los nuevos mecanismos de enseñanza a distancia convirtieron lo que era el aula en una verdadera ‘caja negra’ para el docente, que encuentra muchas dificultades para empatizar con lo que ocurre con los alumnos”, señala Vassolo. “Con la información que recoge el robot es posible medir y analizar la efectividad de la experiencia de aprendizaje en este formato live, vivo digital, y tomar decisiones informadas que permitan enriquecerlo”.

Durante la primera prueba de la herramienta para el dictado de clases online, para la cual se utilizó una charla de la que participaron docentes y staff del IAE Business School, el equipo de Practia e invitados especiales se observó que es posible hallar momentos de la conversación en la que la audiencia muda su humor hacia estados de tristeza o de alegría, empatizando con la conversación del docente de un modo claro, de la misma manera en la puede haber altos niveles de apatía con el contenido de la clase.

“La pandemia no solo cambió la forma en cómo estudian las personas o se imparten clases: también transformó la configuración del concepto de aula”, señaló Juan Echagüe, director de investigación y desarrollo de Practia. “El uso de la tecnología apunta a maximizar la experiencia educativa virtual, a obtener los potencialmente incontables beneficios de este nuevo escenario que se presenta reaprovechando los aspectos positivos de los sistemas tradicionales”, concluyó.

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