Cada vez más jóvenes y adolescentes sufren ansiedad, angustia y estrés durante esta cuarentena

Ya pasaron más de cien días de cuarentena y cada vez son más los adolescentes y jóvenes adultos que consultan con terapeutas sobre la ansiedad, la angustia y el estrés que les genera el encierro.

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Transitar la adolescencia no es fácil y hacerlo en pandemia, menos aún. Enredados.psi es un equipo de cinco profesionales de la salud que, desde que empezó el confinamiento, realiza a diario consultas online de manera gratuita: «Los adolescentes y jóvenes, de entre 15 y 30 años, experimentan durante esta cuarentena soledad y tristeza. A largo plazo terminan con altos niveles de ansiedad, angustia y estrés», subraya Silvana Bono, médica psicoanalista y directora de Enredados, que lleva más de cien consultas realizadas a este grupo etario.

«El adolescente sufre mucho; se siente no entendido, no comprendido. Y si bien ya de por sí vive encerrado (en su habitación, por ejemplo), en cuarentena la angustia surge por no ver a sus amigos, no ir a la escuela o la facultad; por perder sus vínculos», ilustra.

Asimismo, la mayoría de sus pacientes padecen la convivencia con sus padres: «Están más nerviosos y tienen conductas solitarias, lo que afecta el vínculo con sus papás, porque sienten que no encajan en sus familias», explica la especialista.

Pero, por el otro lado, los adultos también se quejan frecuentemente de las conductas de sus hijos, por eso desde Enredados reciben el mismo volumen de llamadas tanto de padres como de jóvenes, pidiendo ayuda.

Para los adolescentes la falta de encuentro con sus pares resulta uno de los puntos que más los afecta: «Les es muy agobiante pasar tanto tiempo en familia. Por eso, se muestran más solitarios», expone Bono. Y ésta es la razón por la que los papás acuden a las profesionales: preocupados porque sus hijos pasan mucho tiempo online y no pueden controlar con quiénes están conectados y porque prácticamente no buscan el encuentro familiar; no quieren conversar o compartir una comida, por ejemplo».

Toda esta problemática surge en cuarentena, ya que en general el hablar, conversar y hacerse cargo de los vínculos en casa, que no son los ideales, nos saca de nuestra zona de confort: «Cuando existía el mundo externo — ilustra Bono–, podíamos postergar el interno, pero potenciábamos una olla a presión, que en esta pandemia no quedó otra que destapar».

Por eso, «les proponemos a los padres mejorar la comunicación y usar las palabras para acercarse a sus hijos. Les enseñamos a ser menos autoritarios y les sugerimos que vayan por el camino del consenso; que encuentren disponibilidad de tiempo cuando los hijos los buscan y no al revés, y que respeten sus silencios», sugiere.

Enredados brinda atención gratuita online o telefónica a adolescentes y jóvenes adultos, con el objetivo de mejorar la convivencia. «Muchas veces, luego de tres o cuatro llamados, deciden continuar con algún tipo de tratamiento sino siguen en contacto participando de nuestras propuestas, como ser los talleres que organizamos habitualmente vía zoom sobre ansiedad, autoestima, vínculos, comunicación, orientación vocacional, diversidad y género».

Para los padres también brindamos ayuda y contención en este proceso de crecimiento e inestabilidad emocional de sus hijos, ya sea a través de terapias individuales o familiares o por medio de talleres sobre sexualidad, drogas, alcohol, nutrición, entre otros.

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