Internet de las Cosas: Desafíos y oportunidades para la enseñanza

Sobre los desafíos que propone la enseñanza de una tendencia que avanza tan rápido como lo es el IoT, Patricio Carranza, Fundador & Director de Inmigrandi, expresa: «Debemos comenzar con la siguiente afirmación: del mismo modo que la bombilla eléctrica de Edison no es la evolución natural de la vela, Internet de las Cosas no lo es de Internet. Internet de las Cosas es una disrupción en los procesos de comunicación, los seres humanos dejamos de ser los actores principales (emisores y receptores de la información), en Internet de las Cosas quienes se comunican son los objetos».

Este proceso experimenta, además, un crecimiento sostenido, asegura el vocero. «Por primer vez en la historia de la humanidad, en el año 2008 la cantidad de objetos conectados a Internet superó a la población mundial. Este cambio de paradigma en los procesos de comunicación es el principal desafío a enfrentar a la hora de evangelizar en esta materia».

Se pronostica que para este año 2020 conviviremos con más de 50.000 millones de objetos conectados. Los procesos de formación en IoT (y en general todos los relacionados con las nuevas tecnologías) deben adaptarse a la velocidad de los cambios. Internet de las Cosas es la blitzkrieg del siglo XXI.

En este sentido, sobre lo que aporta el IoT a otras profesiones no tecnológicas, Carranza sostiene: «Una de las principales características de IoT es la transversalidad. El haber dejado de ser los actores principales nos ubica en el rol de espectadores/usuarios/beneficiarios del resultados de las soluciones de Internet de las Cosas. Casi la totalidad de los ODS promovidos por las Naciones Unidas verán en Internet de las Cosas un aliado invaluable para su cumplimiento. Las ciudades inteligentes, solo por tomar un ejemplo, se construirán sobre la base de múltiples soluciones de IoT que, mediante una compleja red de sensores, gestionarán los residuos, la calidad del aire y el agua, el ahorro energético, los sistemas de salud, la educación, la seguridad y casi todo lo que podamos imaginar».

«Ninguna profesión quedará exenta del impacto de IoT: la medicina está haciendo avances significativos para mejorar y fortalecer los sistemas de diagnóstico», ejemplifica. «Esto nos impone, además, la responsabilidad como ciudadanos de comprender el impacto que Internet de las Cosas tendrá (o ya tiene) en nuestras vidas. Debemos considerar los efectos colaterales», concluye.