Una y mil formas del duelo amoroso en clave teatral

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En el estudio jurídico donde firmará la sentencia de divorcio, una mujer ensaya una y mil formas de enfrentarse con su reciente ex pareja. Esta situación tan teatral como real es el puntupié de la última obra de Cecilia Meijide, que se presenta los sábados a la tarde en el Camarín de las Musas.

“El amor es una mierda” es un unipersonal que interpela, emociona y divierte y cuenta con una actuación maravillosa de su protagonista. Vaneja Maja, dueña de un sinnúmero de recursos expresivos, logra habitar estados tan disímiles, que van desde el dolor hasta la euforia pasando por el patetismo, la tristeza y la angustia que implica separarse del “amor de su vida”. ¿Cómo atravesar ese duelo? ¿Quién no pasó por esa misma situación alguna vez? Imposible entonces no identificarse con esa mujer que intenta parecer fuerte.

La sencillez de la puesta, con una escenografía minimalista y acertado diseño de luces, pone el foco precisamente en la actuación. Otro mérito de la actriz es la capacidad de reconstruir a su ex pareja, ese otro que está latente en cada línea y presente en su dolor. Tan presente que el espectador puede imaginarlo rápidamente. El vestuario también funciona a la perfección con la puesta porque, de alguna manera, simboliza aquello que ya no está, con un predominio del rojo, color históricamente asociado al amor y la pasión, precisamente lo que se terminó.

El texto de la obra retoma cuestiones por las cuales todos hemos pasado alguna vez. Tanto de un lado como del otro, del lado que tomó la decisión o del que la sufrió, la dramaturgia nos interpela. Los recuerdos que afloran en cada objeto, materialidad de una vida compartida, que asaltan en cualquier momento. La ilusión de un futuro que se truncó. Los proyectos en común que finalmente no pudieron concretarse. La intimidad perdida. La soledad en un espacio cuyos rincones están plagados de memorias. Y esa dramaturgia navega entre aquel pasado y este presente opaco, con los giros necesarios que mantienen un buen ritmo y hecha carne en la destreza actoral de la actriz, que logra crear un abanico de climas diferentes.

«El amor es una mierda» trata un tema conocido, como es una separación, con humor e ironía pero también ternura y melancolía. Sin apelar a golpes bajos, emociona hasta las lágrimas. Con un ritmo excelente, la obra tiene la duración exacta para entretener e interpelar al mismo tiempo. Y todo ello es gracias a la correcta dirección de la propia dramaturga, Cecilia Meijide, quien con Vanesa Maja conforman una dupla talentosa y creativa.

Sábados a las 18 en El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960.

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