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Las guirnaldas en las paredes, la torta en la heladera, el regalo y los bonetes: todo está preparado para la fiesta de cumpleaños. Pero el homenajeado no llega y la tensión se irá acumulando. Mientras, los fantasmas del pasado y los recuerdos de infancia teñirán la velada.

La acción de “El inestimable hermano” se desarrolla durante una tarde, cuando Inés y Bernardo se reúnen en la casa de él para preparar el cumpleaños de Fabio, el hermano del medio. La casa es la de los padres, donde quedó viviendo Bernardo y donde cada objeto y cada rincón trae un recuerdo. Sin embargo, el tiempo transcurre y Fabio nunca llegará.

Durante la espera, Bernardo (Daniel Hendler) encarnará un discurso absolutamente verborrágico, locuaz y atravesado por la voz materna. De alguna manera es hablado por su “mami”, como él la llama. Mientras termina de decorar ese hogar anclado en el tiempo, navegará en un texto que enlaza presente y pasado, pequeñas historias y recuerdos de infancia. Reflexiones profundas, ideas triviales y una sucesión de anécdotas que brindarán, paulatinamente, indicios de un pasado poco feliz se desplegarán en un discurso que no da respiro. Tras una aparente inocencia, desnudará la oscura trama de una familia común. Entre la simpatía impostada y la ironía, Bernardo lanzará su monólogo interminable frente al silencio de su hermana. Las palabras se convertirán en puñales para humillar y molestar, para burlarse y llamar la atención. En una vorágine discursiva, las ideas se suceden una tras otra. Un hombre que habla todo el tiempo, incluso cuando está solo. El silencio aparece entonces como una amenaza. ¿Qué es lo que Bernardo necesita acallar con tanto ruido? Por su parte y como contrapunto, Inés (Natalia Salmoral) permanecerá en silencio mientras toma vino con bombilla y arma un rompecabezas, tal vez como una forma de intentar poner cierto orden entre tanto caos.

Daniel Hendler construye de esta manera un personaje patético, siniestro e insoportable con soltura y destreza. Mientras tanto, el tiempo en silencio le sirve a la actriz Natalia Salmoral para acumular la tensión necesaria que la llevará a la explosión final donde, de alguna manera, los papeles se invertirán y será ella la que se apropie del discurso. Salmoral lleva a cabo un trabajo minucioso al comienzo. Pocas palabras, precisas miradas y gestos elocuentes que hacen que el espectador se pregunte por lo que le pasa internamente al personaje. En esa instancia, además, funciona perfectamente como apoyo al trabajo de Hendler, quien la necesita para poder anclar su discurso. Luego, cuando Inés estalla, la actriz posee la carga dramática y emocional necesaria para lograr construir un personaje desbordado. Entre la fuerza de la bronca acumulada y el dolor, aparece una mujer que no pudo dejar atrás el pasado y cuyos gestos rozan lo infantil, como si siguiera siendo aquella niña que fue.

“El inestimable hermano” comienza con un tono de comedia pero paulatinamente se va tornando oscura. La espera se vuelve cada vez más tensa y esa tensión que se alarga mantiene la atención del espectador hasta el final. El texto de Heidi Steinhardt funciona a la perfección para dar indicios de ese pasado compartido y también para reconstruir a los otros personajes de la historia que no aparecen, Fabio y los padres. Se vislumbra una correcta y precisa dirección, fundamentalmente en la prolijidad y precisión con que trabajan los actores en el marco de un texto que no da respiro.

Una mujer que creció en las sombras sin sentirse querida por su mamá. Un hombre, su hermano menor, que no pudo despegarse de una figura materna dominante y cuya subjetividad se construye a través de las palabras de ella. Otro hombre, el hermano del medio, que siempre brilló por su ausencia y que fue el único que realmente pudo irse. Entre ellos, un padre y una madre que no pudieron crear lazos sanos. Vínculos familiares atravesados por el dolor, los reproches y los secretos. Mentiras construidas con el transcurso de los años. Hermanos que nunca pudieron verse ni encontrarse realmente. Desamor y hostilidad en situaciones cotidianas. En algún punto, “El inestimable hermano” toca fibras que a todos nos incomoda o nos resultan familiares.

Ficha técnica

Dramaturgia: Heidi Steinhardt

Actúan: Daniel HendlerNatalia Salmoral

Diseño de vestuario: Amelia Barros

Diseño de luces: Christian Gadea

Realización de vestuario: Manuela González Cáceres

Fotografía: Gustavo Maggi

Diseño gráfico: Manuela Mansilla

Asistente de producción: Paula Russ

Asistencia de dirección: Florencia Orce

Prensa: Carolina Alfonso

Colaboración artística: Carla Pessolano

Dirección: Heidi Steinhardt

 

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