- Publicidad -

En Tarboro, un pueblo del condado de Edgecombe, en North Carolina, Estados Unidos, el otoño ya había entrado y sus habitantes comenzaban a abrigarse mientras las aguas del Río Tar y del Lago Indian iban bajando sus temperaturas. Sin embargo, a finales de noviembre y durante diciembre del 2022, en las aulas de la escuela primaria Martin Millennium Academy, niños y niñas de kindergarten y segundo grado estaban sintiendo una efervescencia especial, un calor muy particular… estaban viviendo la fiebre del fútbol durante la pasada Copa Mundial en Catar. ¿La razón? Fiamma Liaudat e Ingrid García, sus maestras argentinas de inmersión al español, les habían permitido conocer más acerca del país y su cultura.

En esta línea trabaja el programa de intercambio para docentes que impulsa Participate Learning. Cada año, convoca a educadores argentinos y de otras partes del mundo para reclutarlos en un programa de intercambio cultural en el cual, maestros y maestras, imparten clases de español a niños y jóvenes a fin de formarlos con una visión multicultural adecuada para un mundo globalizado. Se trata de una relación ganar-ganar en la que los niños se exponen a nuevos esquemas culturales que les ayudan a expandir sus habilidades y destrezas, mientras que los educadores viven una enriquecedora experiencia personal y profesional que amplía enormemente sus fronteras.

Tres partidos del mundial de fútbol fueron suficientes. En horario escolar, en una pantalla gigante, niños estadounidenses abrazaron como propia la causa de la selección argentina. Créanlo o no, en total silencio, expectantes, se sentaron a ver los juegos y celebraron como enloquecidos cada triunfo, vestidos con vinchas de los colores de la bandera argentina que ellos mismos habían hecho. Ciertamente el sentimiento mundialista estaba en toda la escuela, fue un momento muy bonito de unión”, relató la maestra Ingrid García.

Ingrid García es una de las educadoras que actualmente está brindando sus lecciones en escuelas norteamericanas y afirma: “La diversidad enriquece, esta experiencia ha cambiado mi cosmovisión porque la multiculturalidad te hace ver al otro desde una nueva mirada, una más empática”. En la clase de Ingrid, los niños la ven como una embajadora cultural de Argentina, los pequeños ven a sus maestras matear, aprenden al experimentar con los sabores de la comida tradicional argentina, reconociendo los símbolos patrios e identificando y aprendiendo sobre personajes argentinos, uno de los cuales es, evidentemente, Lionel Messi.

Es muy lindo cuando los niños, al observar imágenes de las cataratas de Iguazú, cuando ven Mar del Plata, el Glaciar Perito Moreno, o callecitas icónicas de Buenos Aires, vienen y te dicen: Miss García, yo quiero viajar a Argentina, cómo me gustaría visitar tu país… Eso es algo que sienta muy cálido al corazón”, explica Ingrid, mientras señala que esta experiencia personal y profesional ha cambiado su vida.

Convocan a docentes de inglés para realizar prácticas en Estados Unidos

Participate Learning es un programa de intercambio educativo reconocido por su seriedad y compromiso con el bienestar del educador reclutado. Los maestros entran ganando un salario competitivo según los estándares estadounidenses y tomando en cuenta su experiencia y titulaciones. Llegan a Estados Unidos con un permiso de trabajo y un estatus migratorio óptimo para su desempeño y se le apoya al maestro a conseguir un sitio para vivir y un automóvil para desplazarse.

Adicionalmente, si el educador tiene una familia, puede viajar con ella y el programa apoya a sus miembros a gestionar una visa para que permanezcan juntos durante la estadía del educador en suelo norteamericano. Los requisitos para ser parte del programa Participate son: contar con al menos dos años de experiencia como educadores a tiempo completo, título profesional en educación, licencia de conducir al día y manejo del idioma inglés. Para mayor información acceder en este link.

Una experiencia enriquecedora

Por su parte, Fiama Liaudat brinda clases de inmersión al español para niños y niñas de kínder desde agosto del 2019. Tras más de tres años de vivir la experiencia de Participate Learning, puede ver en perspectiva el impacto que el programa ha tenido sobre ella, no solo como profesional sino también como persona.

Participate Learning realmente abrió mi campo de visión. La posibilidad de compartir experiencias y aprendizajes con maestros de otros lugares; ser parte de conferencias y seminarios fue de una gran ayuda porque comencé a entender que el mundo del maestro no se reduce al aula, sino que hay muchísimas otras cosas para hacer, compartir y crecer. Hoy me siento mucho más segura, siento que tengo muchas más herramientas y estrategias que puedo poner en práctica. Definitivamente mi crecimiento profesional ha sido enorme, pero lo más útil de todo, es que ahora sé, por experiencia personal, de que lo más importante en nuevos contextos sociales es que hay que ser abierto de mente, estar predispuesto a ser flexible y adaptable al entorno y a integrar esfuerzos, he aprendido realmente el valor del trabajo en equipo”, explicó Fiamm Liaudat.

Este punto de vista es respaldado por Ingrid García para quien definitivamente la experiencia va mucho más allá de lo económico. “Es una oportunidad que transforma la manera de ver el mundo y que te obliga a caminar un poquito a ciegas, pero te encuentras con gente que te va a apoyar, que te va a animar, te topas con una comunidad de Participate Learning que también apoya al docente en muchos aspectos, entonces, aquellos educadores que pueden hacerlo… anímense, háganlo, es una muy buena oportunidad”.

Liaudat amplía, “es una experiencia única, la verdad es que el programa nos pone todo a disposición para salir del país, aprender algo nuevo, crecer profesional y personalmente, y luego volver a nuestro país a dar lo mejor. Los miedos están, pero no van a ser ni los primeros ni los últimos, acá ha venido gente que lo ha logrado y que, como yo, está muy feliz de haberlo intentado y haberlo logrado”.

- Publicidad -

Deja un comentario