La ficción del patriarcado desde una mirada irónica y mordaz

"Cartón pintado" es una obra que pone evidencia la ficción del patriarcado y la “complicidad” de los débiles con humor.

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Las máscaras pueden caer en cualquier lugar y momento, incluso una tarde cualquiera en un caluroso depósito de un local de ropa. Allí, entre maniquíes y cajas, tres amigas comparten alegrías, tristezas y anécdotas que las llevarán desde la risa hasta la angustia en estos tiempos de deconstrucción y caída de modelos de conducta conservadores.

Cartón pintado, la última creación de Victoria Hladillo, navega en el universo femenino desde una mirada atenta y mordaz, divertida y profunda al mismo tiempo. El amor, las relaciones sexoafectivas, la maternidad y la profesión forman parte de las conversaciones cotidianas de estas tres amigas tan distintas entre sí. Con un texto que se aleja de toda corrección política, la obra abarca estos temas para dar cuenta de los estereotipos, de los mandatos sociales y de las ideas sexistas que aún hoy las mujeres seguimos reproduciendo sin darnos cuenta. El patriarcado, como siempre, tan eficaz: incorporado en la forma de ver el mundo, solapado entre las palabras, naturalizado en nuestros cuerpos, lo seguimos sosteniendo a pesar de que nos aplasta.

“Demasiado perfectas para ser felices”, anuncia el flyer de la obra. Cada uno de los personajes representa un claro estereotipo: la mujer casada y con hijos, la que sueña con formar su propia familia y la descreída y autosuficiente. Más allá de las diferencias entre ellas, lo que se revela es que esa aparente perfección no es más que una gran ficción. Detrás de esas fachadas aparece lo que van a tener en común: una profunda soledad. El discurso de cada una no es más que esa pared que fueron construyendo poco a poco y que las protege no solo del mundo y del qué dirán sino, fundamentalmente, de sus propios fantasmas.

Las actuaciones, el vestuario y los juegos rítmicos de los cuerpos contribuyen a crear esa imagen artificial: muñecas que, con sus largos y rubios cabellos y una gran capa de maquillaje reproducen el mismo sistema que las oprime. Sin embargo, ellas se cuestionan los mandatos porque son parte de un contexto social que está cambiando y es ahí donde se dan cuenta de la gran distancia que existe entre el discurso y las prácticas. ¿Cuál es la salida? ¿Cuál es el límite de la corrección política? ¿Cuántas contradicciones es necesario sortear para “hacer las cosas bien”? ¿Es entonces todo cartón pintado?

Cartón pintado es una obra de teatro, pero podría ser un melodrama televisivo o una antigua película argentina. Pone en evidencia la ficción del patriarcado y la “complicidad” de los débiles con humor, un humor que a veces incomoda pero con el cual también nos identificamos.

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