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El teatro es ritual. El teatro es encuentro. El teatro es cuerpo y voz puestos en acción en un espacio que convoca a artistas y espectadores. El teatro hoy es imposible. Todo aquello que lo hace único, en este contexto de aislamiento social obligatorio, no puede realizarse. Solo queda el recuerdo nostálgico de la fiesta teatral y las ganas enormes de volver a disfrutarla.

La comunidad de las artes escénicas está pasando por su peor momento. Una situación absolutamente inédita donde no pueden trabajar, ni ensayar ni dictar clases. Imposibilitados de realizar aquello que es no solo su vocación sino su medio de vida, hoy se encuentran en una realidad crítica.

Según un censo realizado por la Asociación de Profesionales de la Dirección Escénica Argentina (APDEA), las obras afectadas por la pandemia a nivel nacional son 665, de las cuales 644 corresponden al circuito independiente, 9 al comercial y 7 al oficial. Hubo 308 funciones suspendidas, 313 estrenos no concretados y 44 giras canceladas. En relación a la localización de las obras, 563 corresponden la Región Centro (CABA y Buenos Airess) y 62 están distribuidas entre las regiones del Litoral (14), NOA (16), Cuyo (4), NEA (7) y Patagonia (17). Las personas afectadas, de acuerdo al censo, llegan a 4484.

Héctor Oliboni

Desde su vasta experiencia en el campo teatral, Héctor Oliboni, director, periodista, dramaturgo y actual vicepresidente segundo de la Fundación Somigliana, que dirige el mítico Teatro del Pueblo, plantea lo excepcional y atípico de esta coyuntura. “No recuerdo ninguna etapa del teatro argentino donde se haya producido una actividad de algún tipo que suspendiera las funciones durante tanto tiempo y que además tuviera una consecuencia tan tremenda sobre la actividad teatral desde todo punto de vista, económico, social, humano. Evidentemente nunca antes se había producido algo así”, enfatiza y subraya que en momentos difíciles el teatro se caracterizaba por su fortaleza: “en épocas de crisis el teatro respondía con mayor fuerza, con mayor cantidad de espectáculos, con mayor intensidad. En este caso no hay posibilidades de hacerlo”.

Francisco Lumerman. Ph Ivonne Kuber

En la coyuntura de la cuarentena, son muchas las dificultades que atraviesan hoy no sólo los artistas sino todos los trabajadores de las artes escénicas. En primer lugar, las más visibles, son las que tienen que ver con los medios de vida. Francisco Lumerman, director de “El amor es un bien” y “El río en mí”, explica: “Los problemas son infinitos. No podemos ejercer nuestro trabajo, los técnicos del teatro se quedan sin poder trabajar, nosotros sin poder pagar el alquiler y son seis elencos que quedaron detenidos. Son alrededor de 80 personas entre todos los equipos”.

 

“En épocas de crisis el teatro respondía con mayor fuerza, con mayor cantidad de espectáculos, con mayor intensidad. En este caso no hay posibilidades de hacerlo”.

Mariana Mazover. Ph Liliana Gutiérrez.

El circuito teatral independiente se caracteriza por la calidad de la propuesta artística y estética pero su financiamiento depende en gran medida de los subsidios y líneas de apoyo de los organismos estatales. En una situación donde las salas están cerradas, la fragilidad del circuito se profundiza. Mariana Mazover  es directora, dramaturga y docente con una experiencia de más de diez años. Al respecto, sostiene que una de las primeras cuestiones que visibiliza la pandemia “es la fragilidad y la precariedad de todo el sistema teatral independiente”. Ligado a esto, aparecen las dificultades materiales. “Las consecuencias más directas están ligadas a cómo se van a sostener los espacios (alquileres, impuestos, sueldos) y cómo todo el ecosistema teatral es afectado por este freno de la actividad: el trabajo de técnicos, escenógrafos, vestuaristas y todos los rubros”, sostiene Mazover. Efectivamente son muchos los profesionales y técnicos necesarios a la hora de montar una obra y la mayoría se encuentra trabajando en condiciones de informalidad debido a las propias lógicas de producción del circuito independiente. Para Bernardo Cappa, director y docente de la Universidad Nacional del Arte (UNA), “los que más pierden son las salas y los actores. Los actores no sólo pierden su fuente de ingreso, hecho nada menor. Sino que los actores necesitan del vínculo con la mirada. Y las redes generan más vacío, si bien excitan, lo que queda es la soledad multiplicada por ese vacío. El teatro ahora es imposible. Hay rubros que la pasan peor. Será cuestión de saber esperar”.

Eugenio Soto

Además de las dificultades económicas y materiales producto de la paralización de las actividades, aparece la angustia frente a la incertidumbre del futuro a corto plazo. La teatral fue una de las primeras ramas en sufrir las consecuencias del aislamiento y probablemente una de las últimas en poder retornar. Para Eugenio Soto, dramaturgo y director de “La noche oscura”, “las principales dificultades tienen que ver con la hipótesis de continuidad de la actividad, no se sabe cómo operar y crea un vacío de incertidumbre y miedo en las personas”. Precisamente, el momento de regreso a las salas aparece en los testimonios como una instancia de mucha angustia donde el temor a que el público no vuelva está presente. Christian García, dramaturgo, director y actor de «Casa Linguee» y dramaturgo y director de «Las cargas» plantea: “la principal dificultad se va a dar al momento de querer volver con las funciones, suponiendo que eso suceda en un tiempo prudencial. El detener toda la  maquinaria a cero, cuando para ponerla en movimiento implica tanto esfuerzo. Volver a funcionar y lograr que los engranajes vuelvan a estar aceitados va a costar mucho. Asimismo tendremos que ver qué sucede con el público, con las recomendaciones de distanciamiento”.

Distinto es el escenario en el circuito comercial donde los trabajadores cuentan con registros formales. Roberto Bisogno, presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales, cuenta que “en el caso de las salas que pertenecen a Aadet, el 100% de los empleados están sindicalizados y registrados y estamos en este momento cerrando acuerdos con los sindicatos. Por los meses de abril y mayo cada trabajador percibirá lo mismo que percibió a fin de marzo de 2020 y recibiremos la ayuda del gobierno para pagar estos sueldos”. Respecto a una fecha de posible retorno a las salas, Bisogno estima que será recién en el próximo verano y comparte la preocupación de García. “Yo me inclino a pensar en enero 2021 como el momento de la vuelta. Y nos preocupa mucho cómo se de esa vuelta y el comportamiento del público”.

Apoyos de organismos oficiales

El Instituto Nacional del Teatro (INT), organismo de apoyo y promoción de la actividad teatral en todo el país, anunció el Plan Podestá, un programa de ayuda destinado a salas y elencos con el objetivo de sostener las producciones teatrales vigentes. En su primera etapa, contempla tres líneas de acción: un subsidio especial para salas, un cachet correspondiente al valor de dos funciones para las producciones que integran el catálogo del programa INT Presenta y para las que iban a participar de la Fiesta Nacional del Teatro y un aporte especial para los espectáculos que ya hayan recibido el subsidio de producción de obra. En una segunda etapa, el plan contempla una serie de líneas de ayuda diferenciadas por región

Gustavo Uano

En diálogo con Sobre Tiza, Gustavo Uano, Director Ejecutivo del INT, explica que “el plan contempla cambios en los procesos de tramitación de solicitudes de subsidios y ayudas especiales, no solo destinando una importante masa de recursos coparticipables a favor de los beneficiarios de las diferentes líneas de trabajo, sino facilitando su acceso, acotando los plazos de gestión de los mismos, flexibilizando la tramitación sin perder calidad en los controles internos”. El plan se diseñó para “dar respuesta inmediata a la situación” a fin de “preservar, fortalecer y sostener la actividad teatral independiente”, sostiene. Por eso, desde el organismo aspiran a que “los beneficiarios se sientan contenidos y que los hacedores puedan contar con los recursos asignados”.

Además, el INT abrió la inscripción para un Concurso Nacional de Actividades Performáticas en Entornos Virtuales, destinado a artistas de diversos lenguajes escénicos que de manera individual o grupal lleven a cabo un hecho artístico a través de la utilización de herramientas tecnológicas para su creación y para su difusión.  En este tema, el director del INT cuenta que la iniciativa es para priorizar “a sectores que no fueron cubiertos por las otras acciones del Podestá”.

Iván Moschner en «Los hombres vuelven al monte».

Más allá de los esfuerzos del INT, desde APDEA plantean que las líneas de apoyo son únicamente para aquellos que ya están en el registro del INT o que han sido previamente subsidiados, dejando fuera a todos aquellos trabajadores y trabajadoras informales. En tanto, el actor Iván Moschner, quien se luce en “Tadeys”, “Los días de la fragilidad” y “Los hombres vuelven al monte”, sostiene que el plan del INT “en la práctica cotidiana no responde a la implementación concreta”. Por su parte, Cappa subraya que en este contexto “hay urgencias sanitarias y sociales mucho más importantes. Cuando podamos volver a hacer teatro, veremos. El teatro seguirá estando ahí”.

Bernardo Cappa

Por su parte, el Ministerio de Cultura de la Nación, a través de la Secretaría de Desarrollo Cultural, anunció la convocatoria para participar del Fondo Desarrollar que está destinado  brindar apoyo económico a los espacios culturales de todo el país. Se trata de un fondo concursable cuyo monto se podrá destinar a la cancelación de gastos operativos y corrientes. Pueden presentarse centros culturales, salas teatrales, espacios artísticos y formativos relacionados con disciplinas artísticas y lugares donde se realicen presentaciones performáticas o audiovisuales, sean personas físicas o jurídicas.

En el mismo nivel, el Fondo Nacional de las Artes anunció el lanzamiento de la beca Sostener Cultura que ofrece montos hasta veinte mil pesos a individuos, no proyectos grupales. El comité de emergencia encargado de evaluar las solicitudes focalizará en aquellos solicitantes que se encuentren en situación de vulnerabilidad y en sectores informales de la economía.

En el ámbito porteño, el Fondo Metropolitano de la Cultura, las Artes y la Ciencia reforzó el presupuesto y flexibilizó los requisitos de Impulso Cultural, un programa de apoyo destinado a gestores y formadores culturales, artistas independientes y espacios. Específicamente destinará $38.986.684 pesos y tendrá tres líneas: apoyo al funcionamiento de los centros culturales, creadores individuales y formación y capacitación. Al respecto, Enrique Avogadro mencionó “hicimos un refuerzo al Fondo Metropolitano para poder llegar a creadores individuales, centros/espacios culturales y formadores que no reciben apoyo de  otros programas”. En la misma línea, Proteatro, el organismo que protege y fomenta a la actividad teatral no oficial de la Ciudad, también anunció un aumento del presupuesto en  $27.200.000. Sin embargo, desde ARTEI, la asociación que nuclea a las salas independientes de la ciudad, denuncian que los miembros del directorio de Proteatro no están percibiendo los viáticos correspondientes al mes de marzo.

Por otro lado, el país participará de un trabajo colaborativo entre el  Banco Interamericano de Desarrollo (BID); la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB); la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura  (UNESCO) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educción la Ciencia y la Cultura (OEI) que se propone medir los efectos del impacto de la pandemia de Covid-19 en las industrias culturales de la región del Mercosur con el objetivo de diseñar estrategias y políticas que atiendan las necesidades de cada país.

 El aislamiento ¿lugar propicio para desarrollar a creatividad?

Además de estas iniciativas de apoyo económico, en el marco del aislamiento obligatorio empezaron a germinar convocatorias a concursos que proponen estimular la creación artística con el objetivo de mostrar sus frutos cuando se pueda volver a las salas. En esta línea, el Teatro Cervantes presentó el concurso Nuestro Teatro que invita a la creación y presentación de obras cortas. Se seleccionarán 21 obras no estrenadas para ser representadas y filmadas en las instalaciones del teatro por sus equipos artísticos profesionales que luego se estrenarán en el canal online del teatro nacional. De esta forma, se estima llegar a más de 100 actores y actrices.

Por su parte, la Sala Caras y Caretas anunció el lanzamiento de Monólogos de la Peste, un concurso de micromonólogos cuya coordinación dramatúrgica estará a cargo de Mauricio Kartún. Los textos seleccionados serán filmados en los escenarios de la sala, representados y dirigidos por artistas profesionales del campo teatral.

Espacio Callejón también se suma a la iniciativa con Luz Testigo, un concurso de dramaturgia cuyas obras seleccionadas serán dirigidas por Javier Daulte e incorporadas a la programación del teatro. La propuesta está destinada a dramaturgos, escritores y artistas que deseen escribir sobre la realidad de la pandemia. En tanto, el Espacio TBK también presentó su propio concurso de dramaturgia destinado a autores argentinos o extranjeros residentes sin restricciones temáticas ni estéticas. Las obras seleccionadas formarán parte del ciclo Incierto que se llevará a cabo entre octubre y noviembre y que desde el año 2007 ha convocado a más de 500 artistas, entre los cuales se encuentran Andrés Binetti, Marcelo Bertuccio, Alejandro Tantanian, Ricardo Monti, Mariano Saba, Nayla Pose, Romina Paula, Patricia Zangaro, y Osmar Nuñez.

Estrategias para pasar la cuarentena

Christian García

Los elencos no pueden ensayar ni hacer funciones, los docentes no pueden dictar clase. Muchos espectáculos quedaron sin estrenar y muchas giras sin poder llevarse  a cabo, mientras tanto. ¿Qué se hace con tanto trabajo? ¿Y con la angustia frente al encierro? Christian García apuesta a aprovechar el momento para que los espectadores no se olviden de que alguna vez hubo algo llamado teatro. “Lo único que hacemos es tratar de tener visibilidad en redes, recordando que estamos para volver en cuanto podamos”.

Para Iván Moschner, la estrategia para afrontar esta coyuntura es de reflexión y balance y, en algunos casos, aprovechar para llevar a cabo “trabajos preparatorios para el encuentro futuro, porque así como para que el teatro suceda necesitamos la presencia del público, para que el ensayo suceda necesitamos la reunión de nuestros cuerpos en un mismo espacio”.  Por eso, ahora el trabajo teórico y reflexivo es el que está en el centro. “Por ahora, el eje de los trabajos es de reflexión necesaria sobre la propia vida, liberación de las urgencias cotidianas, que permiten liberar la respiración en un tiempo pausado”, reflexiona.

Mientras tanto, la situación de los docentes teatrales particulares es aún más angustiante ya que la imposibilidad de dictar clases hizo bajar sus ingresos a cero. Ante un panorama tan desolador, presentaron un manifiesto. Aunados en Profesorxs Independientes de Teatro CABA (PIC) la agrupación está conformada, entre otros, por Francisco Lumerman, José Escobar, Laura Nevole, Lisando Penelas, Lorena Vega, Marcelo Savignone, Martín Flores Cárdenas, Maruja Bustamante, Pablo Ragoni, Pablo Chao y Ricardo Tamburrano. Reconocen la necesidad de las medidas de aislamiento social para el resguardo de la salud pública y al mismo tiempo subrayan la difícil situación que están atravesando muchos artistas al perder el principal sostén económico y al peligrar el derecho a la educación y a la cultura. Denuncian además no haber recibido acciones específicas por parte del Gobierno de la Ciudad en un contexto donde la actividad que ejercen sea probablemente la última en retomar. Al mismo tiempo, ponen en el centro del debate el importante rol que cumplen los docentes independientes tanto en la formación de actores y actrices como en la generación de futuras obras teatrales. En este sistema de educación no formal no pasa sólo la formación sino también la creación, una y otra van de la mano, nutriéndose y dialogando. “La red de educadorxs independientes de Buenos Aires es formadora de actores y actrices, de creadorxs, de espectadorxs; un pulmón esencial sin el cual la identidad teatral y cultural de nuestra ciudad no sería la misma”, plantean. Además, iniciaron una encuesta a través de las redes sociales con el objetivo de dimensionar la situación y hacer un relevamiento de la cantidad de profesores y alumnos afectados por la suspensión de las clases. Matías Feldman, miembro del colectivo y director de El hipervínculo, obra que precisamente indagaba en las características de la comunicación virtual, está trabajando en un protocolo de salud que permita volver a las clases presenciales.

Los tres circuitos en que se divide la actividad teatral tienen sus propias características y lógicas de funcionamiento. La informalidad del independiente hace que las consecuencias del aislamiento obligatorio sean más duras y difíciles de resolver. Más allá de las medidas implementadas por los organismos oficiales, quedarán sin atender muchas de las necesidades de un gran abanico de trabajadores de las artes escénicas. La crisis social y económica que implica la pandemia de covid-19 profundiza la precariedad y la informalidad características del circuito independiente del teatro y, al mismo tiempo, denuncia las falencias de políticas públicas que desatendieron el legítimo derecho a la cultura.

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