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Los contextos en los que la educación tiene lugar son más que diversos. Cada escuela es distinta, más allá de la distancia que las separe y los recursos que tengan a su disposición para desarrollar sus actividades. Además, cada escuela tiene su propia comunidad, y cada comunidad es particular. Es en este escenario en que el actúa el equipo de Outliers School (OS), integrado, entre otros, por Hugo Pardo Kuklinski y Cristóbal Cobo.

En abril, el equipo trabajará en la Escuela Rural de San Pedro de Yacochuya, ubicada en la provincia de Salta, para llevar adelante la primera experiencia de su proyecto Circópolis. Se trata de un primer prototipo itinerante basado en la divulgación, implementación y reconocimiento con docentes y estudiantes de todos los niveles, a partir de la implementación de prácticas pedagógicas innovadoras con formato lúdico, con énfasis en el aprender haciendo y la gamificación.

En el caso de la Escuela salteña, OS trabajará en la creación de una productora multimedia digital, que haga eco en los intereses de los niños y las historias actuales del pueblo de Yacochuya. Durante 2016 el objetivo será la creación de 4 medios:

1. Una radio en formato podcast.
2. Un periódico digital.
3. Un canal Youtube.
4. Apertura de cuentas en redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram).

En diálogo con Sobre Tiza, Alejandra García Redín, miembro del equipo que OS convocó para participar de esta iniciativa y una de las gestoras de la primera versión de Circópolis, señaló que el objetivo es estimular la oralidad, la expresión y la narración de los niños. Además, subrayó que la idea es que el proyecto sea capaz de atender mejor los desafíos y necesidades locales que vayan surgiendo y darles visibilidad en pos de cumplir los objetivos de la institución.

La propuesta inicial es la siguiente:

  1. Banco de tiempo calchaquí. Crear un banco de tiempo de niños, adolescentes y vecinos de Cafayate y San Pedro de Yacochuya para enseñar/aprender a andar en bicicleta, coser, hilar y diseñar prendas, bailar, cocinar sano, etc.
  2. Crear un Club Circópolis en la escuela: donde los socios -vecinos del mundo- de hagan una aportación mensual como cuota para promover que los niños continúen en el secundario una vez finalizan su formación primaria. El Club Circópolis también promoverá actividades lúdicas abiertas a la comunidad.
  3. Historias desde la aldea global. Garantizar hardware, software y conectividad para diseñar encuentros virtuales entre niños del pueblo con otros niños de comunidades globales, partiendo de los mismos intereses.

El equipo conformado por Hugo Pardo Kuklinski, Gustavo Iovino, Sergio Arciénaga, Alejandra García Redín, Laura Copa Torres, trabajará durante el mes de abril para alcanzar los prototipos mediante la implementación de estratégicas pedagógicas de formato lúdico, el uso de TIC y la metodología Outliers School, basada en pensamiento de diseño.

Para completar la propuesta, el equipo de OS busca que esta intervención formativa lúdica pueda replicarse a través de la divulgación y sistematización de la experiencia. Para ello, en el caso del Circópolis en el norte argentino, se producirá el documental “Escuelas Rurales argentinas. Todo espacio es un aula”. El proceso en su conjunto será filmado y divulgado públicamente con el objetivo de viralizar las prácticas, incorporar nuevas prácticas locales y expandir la comunidad por todo Iberoamérica.

Para conseguir este objetivo, Pardo Kuklinski afirmó que se encuentran en la búsqueda de socios convergentes a sus ideas, que no solo dé soporte financiero para dar visibilidad y mayor garantías éxito al proyecto Circópolis Escuelas rurales argentinas, sino que intente escalar el proyecto de manera conjunta.

“Lo que haremos en abril en San Pedro de Yacochuya es muy emocionante para nosotros -no solemos trabajar con niños sino con universidades o colegas en organizaciones de todo tipo-. Pero a la vez es un proyecto que nace pequeño, con vocación de prototipo para convertirse en un producto consolidado de cultura maker que pueda expandirse por muchas escuelas rurales argentinas”, destacó.

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El diseño para el aprendizaje

Outliers School trabaja con una metodología conocida como Design Thinking, que se enmarca dentro del concepto de aprendizaje basado en proyectos. El diferencial con otras metodologías proyectuales es que se trata de prototipar, resolver problemas de diseño y convertirlos en servicios y productos viables. “El concepto es el mismo: promover un pensamiento de diseñador para no diseñadores que les permita atacar problemas concretos creando innovación con el usuario en el centro del proceso”, explicó Pardo Kuklinski a Sobre Tiza.

Las cinco premisas para la aplicación de esta metodología son:

  1. Empatizar con el público objetivo.
  2. Idear en grupos pequeños y con un tiempo limitado de producción.
  3. Promover prototipos de rápida ejecución y bajo presupuesto.
  4. Prototipar y presentar los prototipos.
  5. Promover que el pensamiento de diseño se convierta en política de empresa desde la dirección.

Con todo esto, lo que se busca es planificar y esperar resultados tangibles en el corto plazo (se recomienda escuchar el siguiente podcast)

Según el especialista existen en el mundo muchas escuelas o laboratorios de este tipo. No obstante, afirma que el referente mundial es IDEO, en California. “Cada vez habrá más expresiones pedagógicas de este tipo”, aseguró.

Desde su perspectiva, esta es la referencia a tener en cuenta para pensar en nuevos modelos pedagógicos, pero ante todo es necesario empezar a “cambiar mentalidades”. Para que muchos prototipos no choquen con la lógica organizacional desde su implementación inicial, es necesario aplicar el pensamiento de diseño para ayudar a las organizaciones a que funcionen mejor a nivel macro, no solo a nivel de diseño de productos o servicios”, subrayó. Por último, entiende que es difícil innovar en productos y servicios si primero no se innova en la mentalidad y dinámica de la organización y de sus recursos humanos (ver artículo recomendado)

OSCircopolis

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