En el Centro Cultural Borges, en Viamonte casi San Martín, Fundación Clementina presentará sus reflexiones acerca de algunos de los temas que hacen a la problemática cotidiana de los argentinos, proponiendo, desde una óptica del desarrollo y uso de la tecnología, posibles vías de acción que den respuesta a lo que la sociedad, la economía y el desarrollo humano están requiriendo.
Estas propuestas nacen del un trabajo colectivo de aquellos individuos que toman el compromiso de volcar su conocimiento y experiencia en debatir y consensuar propuestas, ideas y proyectos, en el marco de una Fundación que reúne a empresarios, científicos, académicos, tecnólogos, hacedores de políticas públicas, consultores y analistas referentes del sector, con el objeto de estudiar posibles caminos de acción para mejorar la performance de la economía de base tecnológica, así como el acceso de los ciudadanos a la sociedad del conocimiento.
Los resultados de estos debates luego son plasmados en estudios, análisis, documentos o ideas que pretenden ser la base para que funcionarios públicos, legisladores, dirigentes sectoriales o cuerpos colegiados, dispongan de los argumentos e información adecuada para guiar pasos de acción en el futuro.
En ese sentido, el ingeniero Carlos Pallotti, presidente de la entidad que debe su nombre a la primera computadora científica que tuvo nuestro país, aseguró en la invitación a dicho encuentro que los países basan su competitividad sistémica en las capacidades de construir un conocimiento diferencial, que les permita potenciar sus recursos humanos y naturales. Es por eso que la economía Argentina, fuertemente ligada al ámbito rural en sus ingresos, al industrial y de servicios en el empleo, comienza a descubrir que hay otras áreas en las cuales es posible obtener ventajas competitivas, mayormente basadas en la economía del conocimiento, y que se concentran en cierta medida en la industria de base tecnológica y el uso eficiente en la sociedad.
De acuerdo con Pallotti, al momento que nuestro país se encuentra iniciando su tercer siglo como nación independiente, se presenta un importante desafío para quienes tienen posiciones dirigenciales en ámbitos políticos, académicos, empresariales y sociales. Esto es determinar qué planes, estrategias y objetivos, son los mejores para asegurar un crecimiento armónico y sostenido.
