Luego de tres días de intensa actividad, finalizó el Webinar 2012, organizado por el Instituto Internacional de Planeamiento Educativo de la Unesco de Buenos Aires (IIPE) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de Argentina. Caminando sobre tiza dialogó con María Teresa Lugo, coordinadora Proyectos TIC y Educación del IIPE, para conocer los primeros balances de esta iniciativa que contó con más de 6800 participantes.
El eje central de esta edición fue la discusión sobre el Aprendizaje ubicuo, poniendo foco en el uso de dispositivos móviles –netbooks, tablets, y smartphones- y contenidos digitales como elementos que pueden enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. A diferencia del Webinar2010, que trató sobre el modelo 1 a 1, la temática de este año, según Lugo, “no está tan fuertemente instalada en América Latina como la anterior”, pero aún así logró convocar la misma cantidad de inscriptos y generar debates muy ricos e interesantes. Las 20 conferencias y comentarios estarán disponibles en la web durante los próximo 12 meses, aunque no se podrá participar más de los debates.
El Webinar intentó reflejar la noción de aprendizaje ubicuo mediante la integración de soluciones para facilitar la interacción de los participantes, integrando un servicio de microblogging interno, por ejemplo. Además, la convocatoria se realizó sólo a través de redes sociales y todas las conferencias se iban liberando a medida que pasaban los días, para que pudieran ser vistas y compartidas.
Si bien un webinar podría convertirse en la mera reproducción de videos de conferencias cargados en un sitio web, la participación de miles de visitantes en foros, expandiendo los diferentes tópicos, interactuando entre ellos y con los conferencistas, la posibilidad de compartir experiencias enriquecedoras y sobre todo de mostrar 14 iniciativas, dan cuenta de que el aprendizaje ubicuo “no es una utopía”. No sólo es posible sino que existen educadores que están trabajando en ello.
Una de las principales problemáticas que se presentan, sobre todo al hablar de dispositivos móviles en la educación, es justamente la prohibición de los mismos dentro del aula. “Es necesario revisar los marcos regulatorios que prohiben el uso de celulares en las aulas. Esa discusión puede derivar en establecer nuevos marcos de convivencia en los establecimientos. Es una gran oportunidad”, afirmó Lugo.
Por otra parte, también surge la cuestión de los costos de los abonos. A diferencia de otras regiones, en América Latina el costo de los servicio de telefonía celular no se caracterizan por su bajo costo, y esto es también un elemento a tener en cuenta cuando se busca potenciar su uso en el ámbito educativo. Es necesario contar con “un Estado fuerte”, capaz de establecer el marco de políticas para promover una “convergencia de actores” y así promover mejores contextos para el desarrollo de nuevos proyectos.
En este sentido, la investigadora señaló que el Estado es, además, el debe pensar una política de contenidos digitales que permita direccionar los desarrollos, y asegurar que los mismos sean abiertos (modificables) y de libre acceso.
La oferta de contenidos educativos digitales actual no cuenta aún con una lógica propia, o desvinculada del negocio de los desarrolladores (editoriales, empresas de e-learning, del sector SSI, etc). No obstante, siguen apareciendo en escena nuevos actores de diferentes sectores, capaces de embarcarse en la generación de objetos de aprendizaje, producciones educativas, que colaboran con la causa, bajo sus propios modelos de negocios, y que permiten que haya cada vez más material disponible en español y adaptado a las demandas curriculares de cada país.
Según Lugo, el desarrollo de contenidos capaces de reproducirse en los celulares “no parece ser una complicación” “Desde lo tecnológico no están los principales obstáculos, sino que la mayor parte de ellos aparecen en lo cultural y en los costos. Hace falta más investigación, la expertise es el recurso más escaso en este momento”.
Cultura ubicua. Ampliando el diálogo, Lugo señaló que es necesario rever los modelos de desarrollo profesional de los docentes. “Se está trabajando en el tema, pero en mucho casos seguimos enseñando qué es el aprendizaje ubicuo con los métodos tradicionales”. Esta particularidad, implica un fuerte cambio en la cultura escolar, que debe tomar la capacitación como un proceso de actualización constante, pero también una revisión de la forma en la que se encara la formación de formadores. En este sentido, no sólo es importante que los docentes se apropien de los diferentes dispositivos, sino que se sientan en condiciones de producir sus propios contenidos.
Por último, según la investigadora es importante señalar que no todos los dispositivos se adaptan de la misma manera en diferentes regiones y proyectos. “La posibilidad de integrar celulares además de netbooks permite reducir las demandas de infraestructura, e integrar estrategis diversas para mejorar la experiencia de los alumnos y docentes. Hay que entender que es necesario contar con soluciones múltiples”.